París, Francia

 

El telescopio espacial Hubble ha observado un enjambre de rocas que posiblemente se desprendieron de la superficie del asteroide Dimorphos, después de que la sonda DART se estrellara deliberadamente contra él para intentar desviarlo, en lo que fue la primera prueba de defensa planetaria.

Las fotos captadas por Hubble indica que el tamaño de las 37 rocas expulsadas del asteroide oscila entre 1 y 6,7 metros de diámetro, se alejan a una velocidad aproximada de un kilómetro por hora y su masa total equivale aproximadamente al 0,1 % de la masa de Dimorphos, que tiene unos 160 metros.

Lo más probable es que las rocas no sean trozos despedazados del diminuto asteroide causados por el impacto de DART, sino que estaban esparcidos por la superficie del asteroide, como se aprecia en la última imagen en primer plano tomada por la nave espacial apenas dos segundos antes de la colisión, cuando se encontraba a sólo 11 kilómetros de la superficie.

No está claro cómo se levantaron las rocas de la superficie del asteroide, una posibilidades que formaran parte de un penacho de material eyectado que ya había sido fotografiado por Hubble y otros observatorios, indica la Agencia Espacial Europea (ESA) en un comunicado.

También es posible que una onda sísmica provocada por el impacto haya sacudido el asteroide, como si se golpeara una campana con un martillo, desprendiendo los escombros de la superficie.

El equipo científico que observó estas rocas con el Hubble estima que el impacto sacudió el dos por ciento de las rocas de la superficie del asteroide.

La misión DART de la ESA y la NASA se lanzó en septiembre de 2022, la sonda contra el asteroide Dimorphos, que orbita en otro mayor llamado Didymos. El objetivo era  desviar su trayectoria.

Aquel impacto demostró que la técnica del impactador cinético sin carga explosiva (una sonda al estilo kamikaze) es viable para potencialmente defender la Tierra de la amenaza de un objeto procedente del espacio, pues logró modificar la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos.

El estudio de las consecuencias de DART sobre Dimorphos, es decir del cráter creado, la composición de su superficie y el conocimiento  del pequeño asteroide del que hasta ahora se sabe poco será el cometido de la misión Hera de la ESA, que despegará el año que viene.