Ginebra, Suiza.
Olas de calor como la que actualmente está sufriendo Europa, con temperaturas récord en Reino Unido y cercanas a marcas históricas en el sur del continente, serán cada vez más frecuentes e incluso más intensas al menos hasta 2060, advirtió hoy la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
«Este tipo de olas de calor serán normales o incluso habrá más fuertes», advirtió el secretario general de esa agencia de la ONU, el finlandés Petteri Taalas, en rueda de prensa para analizar la actual situación en Europa.
«La mayor frecuencia de estas negativas tendencias continuará al menos hasta 2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático», subrayó el experto, quien debido al calor que también se sufre en Ginebra, con temperaturas en torno a los 37 grados, prescindió de la chaqueta propia de estos eventos y dio la rueda de prensa en camisa de manga corta.
Muchos colectivos vulnerables
Por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la directora de salud y medioambiente del organismo, la española María Neira, añadió en la rueda de prensa que la actual ola de calor puede tener graves consecuencias en colectivos vulnerables tales como ancianos, niños o mujeres embarazadas.
«Queda comprometida la capacidad de nuestro organismo para regular la temperatura interna, y esto puede resultar en una cascada de enfermedades», alertó Neira, quien subrayó que los sistemas sanitarios sufren especialmente en este tipo de olas de calor por el aumento de pacientes que acuden a ellos.
Taalas y Neira coincidieron en señalar que los países están mejor preparados para las olas de calor que, por ejemplo, hace 20 años, cuando la que se sufrió en el centro de Europa causó la muerte de más de 70.000 personas, aunque insistieron en los efectos negativos que pueden tener para la salud.
La experta española destacó también entre los más vulnerables a aquellas personas que padecen enfermedades crónicas y los trabajadores en el exterior, «obligados a veces a trabajar a altas temperaturas sin el equipamiento adecuado».
Guarecerse e hidratarse
Neira insistió en las recomendaciones que estos días muchos expertos han lanzado para llevar mejor las jornadas de altas temperaturas: permanecer en entornos frescos en la medida de lo posible, reducir la actividad física intensa, hidratarse, vestir ropas adecuadas o no consumir alcohol.
Aunque a largo plazo, según la experta, la mejor solución para «sobrevivir» a estos fenómenos climáticos extremos es «ser ambiciosos a la hora de atacar las causas del calentamiento global, del que hemos sido alertados hace largo tiempo».
El máximo responsable de la OMM expresó al respecto su deseo de que la actual ola de calor sirva de «llamada de atención» a un mundo no siempre concienciado del todo ante la lucha contra el cambio climático, aunque reconoció que la preocupación social es mayor que hace décadas.
«En los años 80, cuando se empezó a hablar del cambio climático, se veía como algo teórico, mucha gente no creía en los escenarios que planteábamos, pero hemos sido capaces de demostrar que están produciéndose, y los estudios sobre el impacto están siendo otra llamada de atención», añadió el finlandés.
La guerra en Ucrania, posible factor de cambio
Preguntado sobre un posible regreso al mayor uso de los combustibles fósiles en Europa, debido al impacto que la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia tienen en el mercado del gas natural, Taalas previó que en los próximos dos años podría haber mayor recurso al carbón, pero que a largo plazo pueden llegar cambios positivos.
«En los próximos cinco o diez años puede haber un escenario con menor dependencia en los combustibles fósiles (…) y un mayor recurso a las energías renovables y la nuclear», destacó.
Pese a ese optimismo respecto a Europa, Taalas advirtió que será difícil conseguir incluso que el pico de olas de calor y otros fenómenos adversos se alcance hacia el 2060 «si los grandes emisores asiáticos no reducen sus emisiones», en alusión a potencias emergentes como China o India.
La actual ola de calor en Europa ha llevado a temperaturas cercanas a los 40 grados en el Reino Unido, nunca alcanzadas desde que se tienen datos sistemáticos, mientras que en Portugal se llegó a los 47 grados, y este y otros países como España o Francia se han visto arrasados por los incendios forestales.
El fin de la ola, a mediados de semana
En Francia, 86 de los 96 departamentos de su parte continental han estado en alerta por calor extremo durante una ola que según el responsable de servicios climáticos de la OMM, Robert Stefanski, podría alcanzar su pico a mediados de esta semana, aunque tras ello «las temperaturas seguirán aún por encima de lo normal».
Taalas advirtió de los efectos de estos fenómenos climáticos extremos en la agricultura, ya golpeada por la guerra en Ucrania, y en el turismo: «No será muy confortable viajar a países como España, Portugal, Italia o Grecia si las temperaturas en ellos están sobre los 40 grados», aseguró.
Por: Antonio Broto.
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