México.

El proyecto es ‘Estructura y manejo de los huertos familiares. El papel de la mujer ante la migración masculina en tiempos de COVID 19‘ surge el interés por trabajar con con algunas  de las especies frutales en el tianguis de Malinalco.

“Comenzamos a profundizar hacia lo que fue los huertos familiares que había dentro de estos huertos familiares. Qué podíamos encontrar, qué usos tienen todas estas especies que podemos encontrar, qué roles de género existen dentro de los de los propios huertos, qué actividades hay”, explicó Noemi Guadarrama, creadora del proyecto.

Los datos familiares provienen principalmente de alimentos de diferentes bienes, pero un uso principal es el uso alimenticio. Se identificaron 96 especies y el 99% son medicinales también. Algunas son las granadas, el zapote negro, los timbiriches y los jinicuiles. En dado caso que algunas familias no cuenten con algunos frutos, por ejemplo Timbiriche, hay un trueque entre las familias de la localidad. Eso es muy importante.

“Las mujeres en un principio son las que se encargan de cuidar el huerto, de cuidar a la familia, de llevar a cabo todas las actividades dentro del hogar. Derivado del COVID sus horas de trabajo, se puede decir que aumenta porque algunos de los hombres, ya sean esposos, hijos o yernos, se encargan de emigrar, tienen que salir del país para poder subsanar algunas cuestiones económicas”, detalló Guadarrama.

Es una invitación a entender cómo en comunidades rurales se conservan estos sistemas de agricultura tradicional que proveen, no solo alimentos, sino también a otras prácticas de uso de esta diversidad biológica como es la medicina tradicional.

Por: UAEM