Colombia.

La partería ancestral de comunidades afro e indígenas es Patrimonio Cultural de Colombia, y desde el año pasado, también Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En el Chocó hay 1,500 parteras y parteros, según la Asociación de Parteras del departamento de Asoredipar, cuyos conocimientos se transmiten entre generaciones como lo cuenta su presidenta Manuela Mosquera.

Es una mujer que de una u otra forma busca integrar sus saberes tradicionales con los saberes occidentales, pero siempre queriendo preservar la vida del niño y de la mujer”, contó.

La partería es necesaria en el Pacífico porque la falta de vías, la desidia estatal y la violencia armada, privan de médicos y centros de salud a la población. Pero cargan con el estigma de la mortalidad materna, a pesar de que no atienden alumbramientos cuando ven signos de riesgo y acompañan a la madre al centro médico, como defendía la partera ‘Pacha Pasmo’, quien ha ayudado a traer al mundo a 8 mil niños, todos con vida.

Cuando una mujer tiene riesgo, no la atendemos, la remitimos de inmediatamente al hospital. Por eso yo siempre digo: las parteras deben de estar bien capacitadas, porque hay partes de nuestra geografía que la mayoría es agua y hay comunidades que están a 4 horas y 5 horas para llegar a donde hay un médico. Entonces una partera bien capacitada puede salvar la vida del bebé y de la madre”, detalló.

Las parteras hacen esta labor sin cobrar a sabiendas de qué se trata de una población acosada por la pobreza y preservando la privacidad de las gestantes. Ellas son conscientes de la realidad de sus comunidades, donde los embarazos adolescentes son cotidianos y la violencia y la pobreza ahogan a las madres.