Texas, Estados Unidos.

El proyecto de Colossal Biosciences apoyado por el famoso director de «El señor de los anillos» busca traer al ave gigante de regreso a la vida para avanzar en la restauración ecológica de la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Colossal Biosciences, firma conocida por sus grandes y controvertidos aviones para «resucitar» especies ya extintas, se ha unido al cineasta y director de «El señor de los anillos» Peter Jackson para revivir al moa, una enorme ave no voladora que habitó Nueva Zelanda, anunció el martes (08.07.2025) la compañía de biotecnología con sede en Texas.

La colaboración, que también incluye al Centro de Investigación neozelandés Ngai Tahu, busca diseñar genéticamente aves vivas que se parezcan al moa gigante, una especie que vivió en la Isla Sur y llegó a medir hasta 3,6 metros de altura.

¿Por qué el cineasta apoya este proyecto?

Peter Jackson posee una de las mayores colecciones privadas de huesos del moa. Su fascinación por esta ave no voladora parecida al avestruz le ha llevado a él ya su pareja Fran Walsh a aportar 15 millones de dólares en el nuevo proyecto.

«Las películas son mi trabajo de día, y los moas son mi diversión. Todos los escolares neozelandeses sienten fascinación por los moas», asegura Jackson.

Se trata de una «misión para salvar a algunos de nuestros taonga -tesoro en maorí- más preciados. Se destinarán recursos a garantizar la protección de algunas de las especies más amenazadas de Aotearoa/Nueva Zelanda para las generaciones futuras», afirma Jackson en un comunicado de la empresa enviado a DW.

Jackson entró hace dos años en el trabajo de Colossal Biosciences. El cineasta llamó a la compañía para mostrarles su colección de entre 300 y 400 huesos de moa, para luego establecer contacto con científicos neozelandeses expertos en moas.

Proyectos previos de desextinción

Colossal Biosciences ha pasado los últimos años presentando proyectos políticos para resucitar a especies como el mamut lanudo , el dodo, el tigre de Tasmania o los lobos huargos.

A finales del año pasado nacieron cachorros de estos lobos con pelo largo y blanco, con mandíbulas musculosas. Para lograrlo, la empresa comparó las diferencias genéticas de esta especie con los lobos grises.

Los científicos tomaron células sanguíneas de un lobo gris vivo y utilizaron el método CRISPR de edición genómica para traer de regreso a los lobos huargos.

¿Cómo traer al moa de regreso a la vida?

Pero a diferencia de los lobos, el proyecto para el moa está recién en su fase inicial. En primer lugar, los expertos deben identificar huesos bien conservados de los que sea posible extraer ADN, explica Beth Shapiro, jefa científica de Colossal Biosciences.

Esas secuencias de ADN se compararán con genomas de especies de aves vivas similares, como el tinamú y el emú, «para averiguar qué es lo que hacía al moa único, en comparación con otras aves», explicó.

La experta dice que este caso plantea retos diferentes. A diferencia de los mamíferos, los embriones de las aves se desarrollan en el interior de los huevos, por lo que el proceso de transferencia de un embrión a una madre de alquiler no se parecerá al de los mamíferos.

El debate sobre su reubicación

Científicos ajenos al proyecto afirman que, por más que estos animales se parezcan esencialmente a las especies ya extintas, la idea de devolver especies ya desaparecidas al paisaje moderno es probablemente imposible.

Los científicos tienen sentimientos encontrados sobre si esto será útil, ya algunas les preocupa que centrarse en las criaturas perdidas pueda distraer la atención de la protección de las especies que aún existen.

Si la empresa de biotecnología consigue crear un ave alta con enormes patas y gruesas garras puntiagudas parecidas al moa, se abre también el acuciante debate sobre dónde colocarla, dijo el ecologista de la Universidad de Duke, Stuart Pimm, que no participa en el proyecto.

«¿Se puede devolver una especie que fue exterminada a su hábitat natural? Creo que es muy poco probable que pueda hacerlo de forma significativa. Será un animal extremadamente peligroso», añadió Pimm.