Karlovy Vary (R. Checa), 4 jul (EFE).-

El director de cine británico Terry Gilliam, que hoy presenta en el festival de cine de Karlovy Vary su último trabajo, «The Man Who Killed Don Quixote», destacó que Don Quijote y Sancho Panza representan una dualidad universal presente en cada uno de nosotros.

En la rueda de prensa antes del pase para el público, Gilliam dijo que el calvario de casi dos décadas que ha durado el proyecto «ha merecido la pena», y que no se puede imaginar «un mejor Quijote» que el interpretado por el galés Jonathan Pryce.

La película acumuló un reguero de vicisitudes desde que fue ideada hace casi dos décadas, como problemas de financiación o enfermedad de algunos de su antiguos protagonistas.

Tras una disputa por los derechos del film con el antiguo productor de Gilliam, Paulo Branco, este trató sin éxito de bloquear el pase de la cinta en Cannes y ahora en Karlovy Vary.

Al igual que en Cannes, esta cinta podrá verse sin ninguna cortapisa en el balneario del oeste de Bohemia en la sección de Horizontes.

 

«Es el mejor Quijote nunca hecho. La idea de que un actor de Gales que solo habla ingles acabe interpretando este icono de España -cuando (los españoles) nunca pensaron que pudiera hacerlo- es fantástica», dijo el exmiembro del grupo satírico británico Monty Python.

«No hace falta ser español para hacer don Quijote: El Quijote es universal», añadió Gilliam, para quien además «no es solo don Quijote, sino que está Sancho».

«Son los dos lados de cada uno de nosotros. Todos tenemos un lado práctico y otro soñador, y esto es maravilloso», afirmó sobre la historia de la obra cervantina, que leyó en 1989, cuando comenzó el proyecto.

Gilliam dijo que dudó mucho durante estas casi tres décadas, pero añadió que su mala memoria le ha convertido en «afortunado».

«Me olvidé de las depresiones, de las pesadillas, y me acuerdo de las cosas buenas. Sentí que Orson Welles no acabó alguna de sus películas y yo tenía que conseguirlo», dijo en alusión al cineasta estadounidense que dejó inacabado su «Don Quijote».Entre los momentos de más tensión, Gilliam citó el comienzo del rodaje. «Estaba muy nervioso por si no estábamos a la altura de las expectativas», reconoció.

Y entonces decidió apoyarse en la capacidad de improvisación de los actores, entre los que figuran Adam Driver, Olga Kurylenko, Joana Ribeiro, Stellan Skarsgård, Rossy de Palma y Sergi López.

«Las dos primeras semanas fueron muy difíciles, pero los actores fueron tan brillantes y el trabajo tan difícil, que muy pronto me olvidé de lo que la gente pensaba de la película», concluyó. EFE