Suiza.

Aparatos que integran inteligencia artificial son ya capaces de guiar a una persona ciega, permitir que un parapléjico camine o que una persona con ELA avanzada pueda comunicarse. Así lo mostraron varias compañías europeas y de Estados Unidos en la Cumbre de la Inteligencia Artificial al Servicio del Bien en Ginebra.

En primer lugar, la compañía portuguesa, Unbabel, mostró su interfaz neuronal que mediante Ia generativa, transforma señales biométricas en lenguaje, lo que puede permitir a una persona sin capacidad de habla: comunicarse por escrito o hasta emitir mensajes de voz que imita a la humana.

A continuación, la jugadora de tenis en silla de ruedas, Charlotte Fairbank, quien tras un accidente quedó parapléjica hace 16 años, fue capaz de caminar en la rueda de prensa asistida por un exoesqueleto, también dotado de IA y desarrollado por la firma francesa, Wandercraft.

Para la asistencia a invidentes, una empresa con sede en Rumanía, Lumen, mostró unos visores que pueden ayudar a una persona a evitar obstáculos al caminar por la calle, algo que probaron también ante la audiencia de periodistas y curiosos con un voluntario que caminó entre ellos con los ojos vendados.

Estos y otros empresarios y expertos coincidieron en las ventajas que puede traer a la humanidad una tecnología que aún despierta recelos como es la inteligencia artificial, aquella en la que la máquina puede aprender y mejorar por sí misma.