Australia.

Los productos nativos y las técnicas milenarias de los indígenas australianos para identificar, recolectar, seleccionar y usar los alimentos del bosque cobran fuerza dentro de la nueva gastronomía australiana.

Los productos del “bush tucker” o alimentos del bosque o matorral están presentes en muchas cartas de los restaurantes de Australia, país en donde resuenan los nombres de cocineros aborígenes como Clayton Donovan o Mark Olive y surgen empresas de catering de comida con ingredientes aborígenes.

Por si fuera poco, los productos del “bush tucker” también comienzan a brillar en los menús del día a día y las dietas de los amantes del bienestar y la salud que ven sus propiedades alimenticias y medicinales.

Sin embargo, a pesar de la abundancia, el bosque australiano puede ser una trampa para cualquier neófito que no sepa distinguir qué planta es comestible en una determinada estación del año. O peor aún, qué parte de ella es la que lo alimentará o lo envenenará.

No puedes agarrar cualquier cosa. Hay 300 tipos de ‘wattles’ (acacias nativas) y solo puedes cosechar unas cuantas”, explicó Marie Barbaric, directora ejecutiva de Koorie Kulcha Experience.

Los secretos de los alimentos del bosque se traspasan de generación en generación y en muchos casos están también vinculados a rituales y ceremonias aborígenes ancestrales.

“Cuando los aborígenes vemos volar a la polilla del bongong sabemos que es el momento de la ceremonia para nuestros hijos. Las madres sabemos que tenemos que llevar a nuestros hijos a las montañas, para entregárselos a nuestos ancianos aborígenes. Y ellos se llevarán a los chicos dentro del bosque y nos los regresan como hombres”, dijo Barbaric.

Con un potencial de expansión en los mercados australianos y en el extranjero, los emprendedores aborígenes esperan generar trabajo en sus comunidades a través de empleos sostenibles y donde se les trate de igual a igual.