Colombia.

Los dispositivos diseñados por el taller relámpago permiten el auto préstamo de libros. Los lectores pueden retirar un ejemplar, leerlo y devolverlo a través de una ranura en la parte posterior de la máquina. Asegurando que otras personas también puedan acceder a ellos.

Criterios para ubicar las máquinas están relacionados con dos factores, uno que, pues fueran instituciones que quisieran, participar del programa, ser corresponsables, ayudarnos a sensibilizar a su comunidad directamente, pero además que tuvieran, pues, que fueran grandes puntos de circulación de público”, destacó Alejandra Soriano, gerente de literatura IDARTES.

Ubicadas en plazas de mercados, centros culturales, universidades y sedes de atención al ciudadano, estas máquinas pueden almacenar hasta 50 ejemplares y están diseñadas con materiales sostenibles y resistentes a la intemperie. Además, cada una cuenta con un caleidoscopio interactivo y un refugio para insectos polinizadores, promoviendo la conciencia ambiental en la ciudad.

“Bueno, pues estas son las máquinas dispensadoras del libro al viento una nueva estrategia de circulación y distribución del programa que nació hace 20 años con el propósito de llevar a los bogotanos y a las bogotanas literaturas de su localidad a través de una colección de títulos literarios, pues que hoy va en el número 180”, contó Soriano.

Con esta apuesta por la innovación y la cultura, Bogotá busca transformar sus espacios públicos en verdaderos escenarios de encuentro con la literatura, reafirmando su compromiso con la construcción de una ciudad más lectora y participativa.

Por: Directo Bogotá.