México, 29 jun (EFE).-

La campaña electoral de las presidenciales mexicanas ha estado marcada por la propagación de noticias falsas para favorecer o perjudicar a candidatos, aunque su difusión ha ido disminuyendo porque los ciudadanos cada vez «dudan más» a la hora de compartir noticias sospechosas.

La plataforma periodística Verificado 2018, que se ha encargado de fiscalizar las informaciones sobre las elecciones y comprobar su veracidad, detectó un proceso electoral «con mucha desinformación» difundida en las redes sociales, contó a Efe Tania Montalvo, coordinadora del proyecto.

La mayoría de noticias falsas tuvieron como protagonista al candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, porque va «puntero en las encuestas», pero Montalvo avisó que las noticias falsas no necesariamente sirven para «atacar» a un candidato sino también para «intentarlo favorecer».

Que el suegro de López Obrador era nazi, que su hijo tiene vehículos de alta gama o que el presidente ruso, Vladimir Putin, lo apoya son algunos de los bulos más difundidos durante los últimos tres meses.

Pero por parte del equipo de campaña de López Obrador también se han difundido falsedades como fotografías de mítines multitudinarios que no correspondían con la realidad.

«La desinformación va hacia los dos sentidos. López Obrador es el blanco de las noticias falsas pero no solo para atacarlo sino también para intentar beneficiarlo», explicó Montalvo, quien también es editora del portal Animal Político.Verificado 2018 detectó que el flujo de noticias falsas sobre los otros candidatos, Ricardo Anaya, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y José Antonio Meade, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), también estaba relacionado con su posición en los sondeos.

Al principio de la campaña, hubo «muchas noticias falsas sobre cosas que Meade no había dicho ni había hecho», un fenómeno que se fue «apagando» conforme Anaya se consolidaba como segundo candidato favorito y Meade quedaba relegado al tercer puesto.De Anaya se viralizó una falsa tarjeta de residencia estadounidense, que intentaba probar que vive fuera de México, mientras que de Meade se publicó falsamente que había acudido en helicóptero a una fiesta del expresidente Vicente Fox (2000-2006).

Aunque desde sus equipos también se difundieron falsedades, como una encuesta que vaticinaba grandes resultados para Anaya, o datos descontextualizados sobre la gestión de Meade en el Gobierno mexicano.

De acuerdo con Montalvo, a lo largo de la campaña «los ciudadanos han entendido cómo funcionan las noticias falsas» y «se ha reducido su viralidad porque la gente duda más a la hora de compartir».

«Hacia el final de la campaña, la desinformación ya no se ha centrado tanto en los candidatos sino en el propio proceso electoral», contó Montalvo sobre el bulo de que la autoridad electoral mexicana sobornó a la FIFA para que el Mundial coincidiera con las elecciones mexicanas.

También se ha difundido en redes sociales una imagen que sugería que para evitar que López Obrador gane los comicios, hay que marcar en la papeleta electoral el PAN y el PRI, algo que en realidad supone anular el voto.

Muchas de las noticias falsas se difunden mediante páginas web que simulan ser medios de comunicación y que «cualquiera puede crear» y ganar dinero mediante publicidad.Pero también, muchos grupos de Facebook en apoyo a candidatos son un foco de bulos en los que muchos usuarios comparten noticias falsas sin ningún filtro para favorecer a su aspirante favorito, aunque Montalvo explicó que «no se puede confirmar que los equipos de campaña estén detrás». EFE

Eduard Ribas i Admetlla