El lanzamiento del poderoso telescopio espacial James Webb fue de nuevo postergado por la NASA debido a problemas técnicos y errores humanos, y no estará listo antes de marzo de 2021.

Diseñado en la década de los 90 del pasado siglo, el telescopio debía inaugurarse inicialmente en 2010, según se anunció en 2002. Pero esta fecha ha ido corriéndose, primero a 2013, luego a 2018, 2019 y en marzo de este año se había anunciado que estaría listo para mayo de 2020.

Una comisión independiente fue nombrada para hacer una evaluación sobre los avances en su construcción y su reporte fue hecho público este miércoles.

La NASA al mismo tiempo anunció que la nueva fecha para el estreno de este telescopio sería el 30 de marzo de 2021, y que su costo total subiría a 9.660 millones de dólares -de los cuales 8.800 son para su desarrollo-, 800 millones más de lo que había autorizado el Congreso, que deberá realizar una votación para aprobar una extensión del proyecto. En 2007 se había calculado que el James Webb costaría 4.500 millones.

La agencia espacial europea y Canadá son socios en este complejo proyecto, que aspira construir un telescopio cien veces más potente que el Hubble, inaugurado en 1990.

Será puesto en órbita alrededor del sol, a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, mientras que el Hubble está a «solo» 600 kilómetros.

Debe ser doblado como un origami dentro de un cohete del tipo Ariane 5, lanzado desde Kourou en la Guayana Francesa, y su despliegue será particularmente complicado. Su escudo solar, de cinco capas, será del tamaño de una cancha de tenis.

Tom Young, quien dirige la comisión que evalúa este proyecto, informó que el error humano, la falta de experiencia en áreas como el escudo solar, la gran complejidad de la tarea y un exagerado optimismo fueron las causas de esta última postergación.

«¿La respuesta de la NASA a todo esto? «Vale la pena esperar por Webb».