México.
Los gorgojos de maíz o frijol son considerados una plaga que se alimenta principalmente de cereales y llegan a infestar cultivos, aunque pueden ser un poco desagradables, son útiles en investigaciones que beneficien al planeta.
Un grupo de ingenieros del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha estudiado cuidadosamente estas larvas a través del proceso de alimentación de bolsas de plástico biodegradables.
El proyecto es liderado por la doctora Mariana Neftalí Rojas Valencia, coordinadora en ingeniería ambiental. “Ellos consumen compuestos orgánicos, cualquier harina, también ahí nos demuestra que si tiene harina de maíz, harina de papa, harina de trigo, también algunos le ponen algas, residuos de cáscara de camarón, entre otros materiales orgánicos. Si tienen cualquier compuesto orgánico es seguro que lo van a consumir sin ningún problema y lo van a llevar hasta su degradación total y lo que obtenga de resultado de sucesos o de lumbos de la larva va a ser 100% bolsa”, explicó Rojas Valencia.
El proceso consiste en dar de comer a las larvas diferentes tipos de bolsa biodegradable y es mediante el análisis de sus desechos que incluso mantienen el color de los productos que pueden determinar los elementos que componen la bolsa. Además de observar el crecimiento de la larva, pues si ésta llega a morir es evidente que la bolsa contiene ingredientes tóxicos.
Es entre los 8 y 30 días que dura el análisis para confirmar que estos productos se reintegren al medio ambiente, además es una técnica que al usar las larvas de gorgojos, no contamina.
“Buscamos técnicas más amigables con el medio ambiente que no requieren una infraestructura sofisticada, un personal especializado, que no consuman energía y químicos. Entonces eso nos motivó a buscar varias técnicas y llegamos a la técnica con larvas de gorgojos”, contó Rojas Valencia.
El proyecto continuará con las pruebas en una nueva especie de larvas de gorgojo, cuyo proceso digestivo es similar al del organismo humano. De esta manera se podrá saber qué efectos podrían tener los microplásticos en las personas.
De acuerdo a la doctora Rojas, su técnica puede ser utilizada en cualquier lugar por productores, para conocer si las bolsas que se comercializan cumplen con las normas ecológicas.
“Esto lo podemos hacer sin condiciones controladas de laboratorio, pueden hacerlo en casa habitación, lo hemos hecho en diferentes casas de los alumnos que trabajan en estos proyectos, en el norte, en el sur, en diferentes estados, también ya lo hemos pedido que los hagan en otros países y el resultado ya dado sin tener condiciones del laboratorio, pues son un tanto similares”, destacó Rojas Valencia.
Los gorgojos pueden ser grandes aliados en las acciones contra la contaminación.
Por: TV UNAM.
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