México.

Durante un partido de fútbol podemos ver cómo el balón va de un lado al otro. Pero alguna vez te has preguntado, ¿cómo son posibles esos goles en los que la pelota toma trayectorias impredecibles? A este efecto se le conoce como el efecto Magnus.

Cuando un objeto esférico se lanza de manera uniforme, el aire y la presión ejercida sobre éste se mantienen estables y la dirección que el objeto toma será la deseada.

Pero si se golpea un balón de tal manera que se pone a rotar sobre su propio eje, se generará una diferencia del flujo alrededor de éste, lo que provoca que el aire que lo rodea arrastre el balón hacia uno de sus lados, el que gira en la misma dirección y disminuya la fuerza en la dirección que va en contra de éste, haciendo que vaya más rápido de un lado que del otro. Por ende, será mayor el movimiento creando el característico efecto de los balones.

Es por eso que, según el área donde el futbolista golpea el balón, habrá mayor o menor arrastre del aire y creará el efecto que éste puede tomar.

Por: UAEH.