Bolivia.

En respuesta a la devastación causada por el cambio climático y una de las sequías más intensas de los últimos años, varias organizaciones en Bolivia están uniendo los conocimientos ancestrales con la ciencia para proteger el hábitat de los camélidos.

A pesar de su adaptabilidad a climas extremos, a más de 3500 metros sobre el nivel del mar, las llamas, alpacas y vicuñas han sufrido los efectos del cambio climático con la degradación de sus pastizales y bofedales que son cruciales para su supervivencia y para la biodiversidad.

En comunidades altiplánicas, los camélidos son fundamentales para la subsistencia, ya sea por la lana que se utiliza en tejidos artesanales o por la carne apreciada por su valor nutritivo y bajo contenido de colesterol.

En lugares como Quena Chico, Yirma Berna combina el pastoreo de llamas con la elaboración de tejidos a mano y luego ofrece a los turistas.

Cuando llueve las llamitas son más gorditas. Cuando hay sequía, mueren las llamas y no hay agua para tomar y no hay forraje, no hay pasto”, comentó Berna.

La lana obtenida a través de un proceso manual de trasquilado o lavado e hilado se convierte en mantas, suéteres, chalinas o frazadas altamente valoradas por su capacidad de mantener el calor y prevenir enfermedades reumáticas.

En el altiplano, las familias identifican a sus animales con aretes de colores o mediante el ritual de la ‘tikacha’. Mientras los llaneros utilizan su experiencia para guiar a sus rebaños hacia áreas con pasto y agua, protegiéndolos de depredadores y asistiendo en el parto de las hembras.

Para proteger el hábitat de los camélidos Franklin Blanco, a cargo del proyecto ‘Bofedal es Vida’, destacó la necesidad de introducir nuevas especies de pastos en el altiplano.

“Son importantes la introducción de estas especies para complementar el tema de la alimentación en camélidos”, destacó Blanco.

Sergio Garrido, de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y el programa Euroclima, sugiere que informando sobre estos avances en instancias internacionales, Bolivia podría acceder a financiación climática.

“Y con esta información también el país va a poder reportar ante la Cumbre de Cambio Climático avances, va a poder acceder con esta información a posible financiación climática o fondos de adaptación”, destacó Garrido.

Recientemente Bolivia inauguró el Año Internacional de los Camélidos con la promesa de construir una planta industrial para este ganado, como parte de los esfuerzos para preservar estas especies tan importantes para su cultura y economía.