Oxford, Reino Unido.

«Soy la primera robot artista del mundo y es fantástico traer a la sociedad artetecnología, y plantear al mismo tiempo una discusión ética sobre el futuro». Quien habla es la humanoide ultrarrealista Ai-Da.

Gracias a la inteligencia artificial y a un modelo de simulación conocido como Human-in-the-loop (humano en el bucle) o HITL, es capaz de realizar determinadas acciones propias de las personas, como pintar un cuadro o hablar.

Su voz esconde la filosofía de su creador, Aidan Meller, para quien esta androide es el nuevo «zeitgeist» (espíritu de nuestro tiempo), ya que refleja «los grandes temas que van a surgir de aquí a los próximos diez años«.

Tiene un brazo robótico, una expresión pseudohumana y cámaras instaladas en sus ojos. Su nombre, Ai-Da, es una combinación de las siglas de Inteligencia Artificial (AI, en inglés) y de la sílaba ‘Da’, en honor a la matemática, informática y escritora inglesa Ada Lovelace.

La rápida evolución de ciertos sectores como la propia inteligencia artificial, la biotecnología, el big data, la robótica o el transhumanismo, fue uno de los motivos que impulsaron a Meller a crear a este humanoide.

Ya tiene su propia exposición de arte: «Futuros sin garantías», donde se muestran las obras que ha creado con su prótesis automatizada y un lápiz.

«Ella es el espejo del futuro y pone sobre la mesa preguntas tales como ¿qué van a suponer todas las transformaciones tecnológicas que estamos presenciando?, ¿qué tipo de mundo estamos construyendo? o ¿es este el porvenir que queremos?», reflexiona Meller.

Con la ayuda de la compañía británica de robótica Engineered Arts y los investigadores de las universidades de Leeds y Oxford, Ai-Da finalmente se completó.

Meller está convencido de que la década de 2020 va a ser «una de las más importantes de la historia«, porque las nuevas tecnologías van a estar más presentes que nunca en el ámbito social.

Por ello, Ai-Da es su manera de invitar a la reflexión acerca de las decisiones que se toman desde una perspectiva ética, al igual que ya hicieron otros autores como Aldous Huxley o George Orwell en sus novelas «Un mundo feliz» (1932) y «1984» (1948).»

Ai-Da, se considera fan de Yoko Ono y de la escultora Doris Salcedo, ya se ha hecho famosa por su peculiar estilo expresionista que trata de reflejar la realidad fragmentada del mundo digital actual.

Es necesario considerar el uso que  se hace con ella, pues todo poder puede usarse para hacer el bien o el mal.

Por: EFE/ Brenda Pérez Zapater