Ecuador.

Unos 20 mil pacientes con insuficiencia renal que requieren diálisis en Ecuador viven desde hace año y medio una angustiosa incertidumbre. Esto debido a las millonarias deudas que acumula el gobierno con las clínicas privadas donde reciben el tratamiento, cuyo servicio necesitan para seguir viviendo.

De forma puntual, determinados centros han reducido terapias o han dejado de hacer análisis y dar medicamentos, según denuncia la paciente Gabriela Álvaro, quien ha presentado en la justicia una acción de protección contra el gobierno y las instituciones estatales de salud.

“Hay dializadoras que han tomado ciertas medidas al no tener los pagos. Por ejemplo, han quitado media hora de diálisis, lo estipulado es 4 horas para que el cuerpo pueda limpiarse por completo. Otras han quitado de las tres diálisis semanales una”, dijo.

Desde 2008, alguien que padece insuficiencia renal fuera declarada en Ecuador como una enfermedad catastrófica, la diálisis está cubierta por el estado. Sin embargo, no cuenta con capacidad para atender a todos y debe derivar a clínicas privadas al 88% de los pacientes. Por ello, la presidenta de la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados de Ecuador, Ana Delgado, es consciente de que este problema requiere una solución rápida.

“Realmente nuestras instituciones han hecho eso, han soportado la atención de los pacientes cuando el estado no tenía la capacidad para hacerlo. Por eso es que nosotros en muchas oportunidades, hemos dicho que el sistema nacional de salud en Ecuador no es sostenible porque el Estado ya no puede garantizar la atención”, contó.

La deuda ha impactado también a los proveedores que en algunos casos han suspendido el suministro de productos a los centros de diálisis. Así lo ha vivido en primera persona Roberto García, que ha tenido que comprar los implementos para su diálisis.

Nuestra vida depende de una máquina y no puede ser posible que también dependa de que haya voluntad para pagar y poder adquirir todos los materiales necesarios para hacer una diálisis”, dijo.

A la deuda se añade ahora otra preocupación adicional: una propuesta del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social de reducir a $1,100 el precio mensual de la terapia, fijado hace más de una década en $1,456. Tanto pacientes como clínicas lo ven insuficiente para cubrir los costes de la atención, que incluye de 13 a 14 diálisis por mes, además de análisis, medicamentos y atención médica.