Oviedo, España. 

La contribución de la inteligencia artificial (IA) a muchos de los avances y retos tecnológicos y científicos alcanzados en los últimos años se encuentra detrás del reconocimiento que el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica concedieron este miércoles a cuatro de sus grandes impulsores: Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis.

Vinculados a las mayores empresas tecnológicas o a la universidad, estos cuatro investigadores consiguieron desarrollar en los últimos años las redes neuronales, herramientas basadas en complejos modelos matemáticos que pretenden reproducir el funcionamiento del cerebro humano en un ordenador y que se aplican en robótica, sistemas de seguridad de vehículos, asistentes de voz o traducción de idiomas.

Hinton (británico), LeCun (franco-estadounidense) y Bengio (canadiense) son considerados los padres de una técnica esencial de la inteligencia artificial, el ‘deep learning’ o aprendizaje profundo, el cual se basa en el uso de redes neuronales para el reconocimiento de voz, la visión por ordenador y el procesamiento del lenguaje natural.

Estas redes neuronales pretenden imitar el funcionamiento del cerebro humano mediante el uso de algoritmos que convierten el proceso biológico del aprendizaje en secuencias matemáticas con el objetivo puesto en que la máquina aprenda de su propia experiencia.

Hinton inventó los «algoritmos de retropropagación» y entre sus logros destaca la creación, en 2012, de una red artificial compuesta por 650.000 neuronas y entrenada con 1,2 millones de imágenes, que registró tan solo un 26 por ciento de errores en el reconocimiento de objetos y redujo a la mitad el porcentaje de sistemas anteriores.

En la misma línea, Yann LeCun hizo importantes aportaciones al desarrollo de esos algoritmos de retropropagación, y consiguió crear en 1989 un sistema de reconocimiento de caracteres escritos en cheques bancarios que abrió la vía a otras tecnologías de compresión de imágenes que utilizan cientos de sitios web y millones de usuarios para acceder a documentos escaneados en internet.

Bengio realizó importantes contribuciones clave en modelos probabilísticos de secuencias, que se utilizan para el reconocimiento de voz y de escritura y en aprendizaje no supervisado, y en la actualidad centra su labor en el estudio de algoritmos más eficientes en representaciones de datos, extrayendo reconocimiento de patrones y también permitiendo el entendimiento de relaciones más complejas y conceptos de alto nivel.

Por su parte, Hassabis (británico) es el máximo directivo y cofundador de DeepMind, una de las mayores compañías de investigación en inteligencia artificial del mundo, con la que creó un modelo de red neuronal que combina las capacidades de una red neuronal artificial con la potencia algorítmica de un ordenador programable.

En 2021 el equipo de DeepMind logró predecir, con un grado muy elevado de exactitud, la estructura de más de 350.000 proteínas humanas, el 44 % de todas las conocidas, unos datos que fueron puestos a disposición de todos los laboratorios del mundo a través de una base de datos.

Estos cuatro expertos integraban la candidatura propuesta por el presidente de la Asociación para el Desarrollo de la IA de la Universidad Cornell de Estados Unidos, que hoy se impuso a las otras 46 que optaban a este galardón, el séptimo de los ocho que anualmente concede la Fundación Princesa de Asturias.

El impacto extraordinario «actual y futuro» que la IA tiene en el progreso de la sociedad fue uno de los puntos destacados en el acta del jurado, que ha puesto de relieve las aportaciones de estos científicos para el desarrollo del aprendizaje profundo.

Sus trabajos suponen un «gran avance» en técnicas tan diversas como el reconocimiento de voz, el procesamiento del lenguaje natural, la percepción de objetos, la traducción automática, la optimización de estrategias, el análisis de la estructura de las proteínas o el diagnóstico médico, según el fallo de un jurado que estuvo presidido por el científico español Pedro Echenique.

Este y el resto de premios Princesa de Asturias, dotados con 50.000 euros (unos 52.071 dólares) y una escultura del artista español Joan Miró, serán entregados el próximo octubre en una ceremonia que tradicionalmente presiden los reyes en el Teatro Campoamor de Oviedo (norte de España) con la asistencia de todos los galardonados.

Este año fueron premiados la británica Ellen MacArthur, impulsora de la economía circular (Cooperación Internacional); la cantaora Carmen Linares y la bailaora y coreógrafa María Pagés (Artes); el periodista polaco Adam Michnik (Comunicación y Humanidades); el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma (Ciencias Sociales); la Fundación y el Equipo Olímpico de Refugiados del COI (Deportes), y el dramaturgo Juan Mayorga (Letras).