Gran Bretaña.
Una nueva investigación ha identificado más de mil genes relacionados con el desarrollo de la infección grave por COVID-19 y que afectan especialmente a la función de un determinado tipo de glóbulo blanco.
Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Cell Systems, para el que científicos de las universidades de Sheffield (Gran Bretaña) y de Stanford (Estados Unidos) han utilizado, entre otras, herramientas de aprendizaje automático.
Johnathan Cooper-Knock, del departamento de Neurociencia de la Universidad de Sheffield y coautor del estudio, señala en un comunicado que durante la investigación descubrieron que estos 1.000 genes «representan tres cuartas partes de los impulsores genéticos de la covid-19 grave».
«Esto es significativo para entender por qué algunas personas han tenido síntomas más graves que otras», recalca.
El equipo utilizó varios conjuntos de datos de gran tamaño para desentrañar la genética que hay detrás de la gravedad de la enfermedad.
El primer conjunto de datos contenía información genética de tejido pulmonar humano sano y los datos ayudaron a identificar la expresión genética en 19 tipos diferentes de células pulmonares, incluidas las células epiteliales que recubren las vías respiratorias y son la primera defensa contra las infecciones.
Otros datos procedían de uno de los mayores estudios genéticos de pacientes con coronavirus en estado crítico.
Se buscaron pistas genéticas -mutaciones del ADN- que pudieran indicar si alguien tiene un mayor riesgo de padecer covid grave y se analizó si algunas mutaciones aparecían con mayor o menor frecuencia en los pacientes con enfermedad severa.
Pero las mutaciones genéticas por sí solas pueden ser difíciles de interpretar, por eso el equipo utilizó otros datos que describen qué regiones del genoma son importantes para los distintos tipos de células del tejido pulmonar.
Los investigadores pudieron determinar qué genes funcionaban mal y en qué tipos de células.
Así, constataron que la covid grave está asociada en gran medida a una respuesta debilitada de dos células inmunitarias bien conocidas: las células asesinas naturales (NK, en sus siglas en inglés) y las células T.
Según Cooper-Knock, las células NK, con las que nacen los seres humanos y que constituyen la primera línea de defensa del organismo contra las infecciones, son conocidas por su capacidad para destruir virus y células cancerosas.
«Son como los generales que dirigen la guerra, ya que movilizan a otras células inmunitarias, indicándoles dónde ir y qué hacer. Descubrimos que en las personas con una infección grave por coronavirus, los genes críticos de las células NK se expresan menos, por lo que hay una respuesta inmunitaria menos robusta. La célula no hace lo que se supone que debe hacer».
Por su parte, Michael Snyder, de Stanford, indica que los hallazgos sientan las bases de una prueba genética que pueda predecir quiénes tienen un mayor riesgo de padecer covid grave.
«Imaginemos que hay mil cambios en el ADN relacionados con el covid grave. Si tienes 585 de estos cambios, eso te haría bastante susceptible y querrías tomar todas las precauciones necesarias».
No es el primer estudio que vincula las NK y la covid grave; ya se han propuesto fármacos para reactivar estas células en algunos cánceres y se están realizando ensayos para casos graves de covid. EFE
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