España.

Un equipo del Instituto de Tecnología Química, Centro Mixto de la Universidad Politécnica de Valencia y el CSIC ha desarrollado, junto con la multinacional CoorsTek, un nuevo reactor electrificado que permite obtener hidrógeno de forma más sostenible y eficiente energéticamente.

“Nosotros hemos conseguido producirla con membranas cerámicas, lo cual es muy novedoso de manera escalonada y desde fuentes como pueden ser el amoníaco, el biogás y el gas natural”, comentó la investigadora, Sonia Remiro.

El equipo de investigación ha combinado 36 membranas cerámicas individuales en un generador escalable que produce el hidrógeno a partir de electricidad y combustibles, con una pérdida de energía casi nula. Han alcanzado una producción de alrededor de medio kilo de hidrógeno presurizado al día, con una elevada pureza y máxima eficiencia energética por encima del 90 por ciento.

Es la primera vez que se demuestra que esta tecnología permite obtener hidrógeno de forma industrial. La captura del CO2 separado gracias a este sistema permitiría la descarbonización, llegando a obtener emisiones neutras o incluso negativas, de carbono.

“Es revolucionaria porque lo que nosotros conseguimos es comprimir el hidrógeno o electrocomprimir el hidrógeno, que es algo que no se puede hacer con cualquier medio, solo se puede hacer a través de las membranas electroquímicas”, la investigadora, Valls Esteve.

El equipo ITQ ha demostrado que es posible trabajar con este tipo de tecnología a 150 bares de presión. Uno de los principales hitos del estudio. Su aplicación industrial contribuiría a la competitividad del hidrógeno verde y azul en el transporte terrestre y marítimo, entre otros mercados.

“Haberlo escalado de una manera sostenible y también de una manera electrificada, es decir, que puedes utilizar energía renovable que aporta parte de la energía que va a llevar el hidrógeno final, habilita su uso tanto distribuido, porque es una tecnología modular, como de una manera centralizada, como grandes centrales que podrían estar, por ejemplo, en un puerto que recibe amoniaco y luego quiere producir hidrógeno para distribuirlo. Para uso industrial o bien para uso de transporte pesado, por ejemplo, camiones de largo recorrido”, acentuó el investigador de la UPV.

El trabajo del ITQ ha sido publicado por Science. Es fruto de más de diez años de colaboración con CoorsTek y ha contado también con el apoyo de las compañías energéticas Shell, ExxonMobil, TotalEnergies, Equinor, Engie, Saudi Aramco. Además de la empresa estatal noruega para la captura, almacenamiento y transporte de carbono, Gassnova; y el Consejo de Investigación de Noruega.

Un caso de éxito de lo que se conoce como Open Innovation o innovación abierta a escala mundial para generar conocimiento libre e impulsar esta tecnología disruptiva.

Por: UPV.