Guadalajara, Jalisco.
«Agradecido con mi papá por traerme al teatro”, con esta frase, Diego Luna dio inicio a la presentación del libro “Diego Luna. La neta es chida pero inalcanzable”, un texto en primera persona que aborda la esencia y trayectoria de Luna a lo largo de su andar en el teatro y el cine en el marco de la edición 39 del Festival Internacional del Cine en Guadalajara.
En una charla amena y conmovedora, el escritor Roberto Fiesco, el actor y director mexicano de televisión, teatro y cine, Diego Luna, compartieron detalles de su infancia y sus primeros esbozos tanto en el teatro como en el cine.
Fue gracias a la influencia de su padre (de Diego Luna) que su acercamiento al teatro y al cine fue tan ameno y atinado, pues desde edades tempranas, tuvo acceso a distintos materiales y espacios artísticos.
“El día que empezó todo fue con una obra de teatro sobre el cine. Empecé con teatro y con el interés, entonces me di cuenta de que debía prepararme. Un camino raro y complejo”, dijo, pues nunca hizo una carrera formal en el cine o en el teatro, pero siempre buscó los espacios que le permitieran capacitarse y crecer en el área.
Los primeros comienzos y la búsqueda de identidad profesional
Luna habló de su proceso de crecimiento como profesional en la práctica al aprender de colegas como Alfonso Cuarón, que a la par, iban aprendiendo y desaprendiendo tanto de ellos mismos como de la profesión.
“Hubo una época en la que fue importante lo que me pasó, mi infancia y lo que ocurre cuando uno trasciende esa etapa. Le agradezco al teatro pero más al cine que me permitió aterrizar en algo más artesanal. Me hizo replantearme todo, qué quería aprender de otros y pensar en qué podría producir o dirigir”, expresó.
¿Cómo poner la voz al servicio de las causas sociales?
Diego Luna reflexionó sobre la importancia de retratar lo que nos importa y nos atraviesa como personas y sociedad en una pieza artística.
“En el cine cabe todo. Si el cine no funciona como espejo, un reflejo o se concentra con lo más profundo de nuestra vida y comunidad no sirve de nada. Así lo aprendí a ver. Este es un trabajo que tiene todo que ver con quiénes somos. Me viene de forma natural involucrarme en cosas que me importan y yo creo que el terremoto del 85 fue un llamado inmediato a tomar acción. Te puede quedar observando o puedes ser parte de”, expresó.
Un mensaje para los nuevos que llegan al cine…
Para no desaprovechar la oportunidad de escuchar el consejo de un grande del cine, Luna invitó a los nuevos cineastas a hablar de lo que les interesa y a retroalimentarse de múltiples perspectivas.
“Hay que ver todo el cine que se pueda ver. Nunca está de más escuchar otra opinión y otra perspectiva. Hay que dirigir por qué quieres y necesitas contar algo. No hay que perder la oportunidad de decir lo que piensas”, expresó.
“Yo venía muy agradecido y emocionado de venir al Festival Internacional del Cine en Guadalajara y recibir el homenaje porque creo que estos espacios nos vienen a recordar que las artes son la salida”, concluyó.
Por: Denisse Godínez / NCC Iberoamérica.
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