México.
El suelo es un ente vivo muy importante para la preservación de los ecosistemas y en la Facultad de Ingeniería Química estudian diversos suelos de Puebla. Los suelos nos proveen de alimento tanto a humanos como animales. También son filtros naturales que ayudan a recargar los mantos acuíferos, por lo que su preservación es algo imprescindible.
“Tenemos que conservar estos suelos, ¿para qué? Para que puedan hacer su función de filtrar el agua de lluvia y recargar los mantos freáticos. ¿Qué otra importancia tiene? No sólo crecen plantas, también crecen estos grandes árboles y se forman los bosques. Estos bosques proveen de microclimas, es decir, temperaturas más bajas, mayor humedad y un ecosistema, un sitio para que crezcan otros animales”, relató la Dra. Janette Arriola Morales.
La vegetación de los suelos es muy importante para la captura de una gran cantidad de carbono mediante el proceso de fotosíntesis. Sin embargo, el suelo se considera también como un recurso finito, es decir, no renovable.
“Porque nuestros tiempos lo podemos utilizar de una forma inadecuada, lo podemos degradar, podemos acabar con ese recurso y de aquí a que se vuelva a formar nuevamente un suelo, tienen que pasar muchos años”, dijo Arriola Morales.
Ante la importancia de esto, dentro del cuerpo académico ‘Control de la contaminación ambiental’ se han hecho trabajos de investigación de suelos de distintos sitios como el Parque Estatal Flor del Bosque.
“Se observaron, se analizaron los jagüeyes, es decir, estos cuerpos naturales de agua. Se analizó la vegetación principalmente para conocer cuántos metales pesados tienen depositadas sobre estas hojas, la parte forestal. Se analizaron estos metales pesados en suelo, Se hicieron análisis físicos y químicos también de los suelos”, contó Arriola Morales.
De igual forma hicieron un análisis profundo en el cerro de Amalucan, en donde hicieron alrededor de 25 sitios de muestreo y en comparación con el de Flor del Bosque, el suelo de esta zona es mucho más joven.
“Tiene un sistema forestal de eucalipto que ha sido un poco contraproducente porque no retiene mucha agua, genera alelopatía que es esta repelencia otros microorganismos organismos. Entonces solo el eucalipto solito crece, no deja que otro viva ahí. Entonces bueno, se han encontrado varios aspectos importantes”; comentó Janette.
También han trabajado con suelos salinos de la zona de Libres Oriental y en estos estudios han participado estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado.
“Una vez que nosotros observamos las propiedades, podemos detectar que está mal en ese suelo, qué actividades lo están dañando o no, solo actividades humanas, posiblemente algunos otros depredadores naturales. Y con esto podemos proponer. Por ejemplo, en el cerro de Amalucan cambiar de forma lenta no es talar totalmente, sino ir introduciendo otras especies que sean del entorno como son normalmente el encino en este caso, porque es una reserva en las zonas que son agrícolas, pues podemos cambiar las recomendaciones. Normalmente se agrega mucha materia orgánica, es decir, abonos de tipo orgánico”, detalló la Dra. Janette.
Estas investigaciones sobre el suelo ya han sido publicadas en revistas de alto impacto.
Por: BUAP.
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