Roma, Italia.

Un equipo de científicos ha localizado la presencia de microplásticos en la dieta de los peces que habitan en las profundidades de la costa italiana, «un descubrimiento preocupante para todo el ecosistema», explicó hoy a Efe el doctor Umberto Scacco, del Instituto Superior para la Protección y la Investigación del Medioambiente (Ispra).

El estudio -publicado en la revista Journal of Marine Science and Engineering y realizado por el Ispra, junto a la Universidad de Catania (sur de Italia), la entidad Fauna Marina Mediterránea y el Centro de estudios sobre la pesca de Roma- supone un avance para entender la gravedad de la presencia de contaminantes en todos los niveles marinos.

En concreto, los científicos se han centrado en analizar la alimentación de dos especies de peces, un tiburón pequeño y un pez macruro, que habitan a unos 400 metros de la costa de Civitavecchia (centro de Italia) y a hasta mil metros de profundidad.

El análisis del estomago de los peces permitió observar que, a pesar de ser dos animales que tienen una «alimentación oportunista» porque comen de todo, la especie de tamaño más pequeño tenia una ingesta superior de contaminantes, apuntó Scacco.

Esto contrastó con las primeras observaciones que apuntaban a que el tiburón ingería una gama de microplásticos más amplia en tamaño y forma, pero siempre con una frecuencia más baja al macruro pequeño.

«Lo preocupante es que estos peces confunden los filamentos que provienen de las redes de pesca, que se fragmentan con el tiempo, con sus pequeñas presas. Esto provoca graves problemas de salud, no solo para el pez, sino también para todo el ecosistema», describió el científico italiano.

Este «efecto dominó» impacta en toda la cadena trófica, afectando a especies como la merluza, que puede comer estos animales de las profundidades y, al llegar a la cocina de los hogares, lleva con ella los plásticos y «otros contaminantes como los metales pesados» que ha absorbido en su organismo.

Esta nueva investigación se suma a otros trabajos para constatar que «los microplásticos son un problema especialmente gigantesco en el ambiente marino de todo el mundo, donde se acumulan con más fuerza», subrayó Scacco.