Panamá 

La Joyita parecía más un vertedero que una cárcel. Los reos caminaban sobre montañas de basura y comida podrida y dormían entre ratas. Cansados de semejante miseria, un grupo de presos ideó un programa de reciclaje que ha revolucionado tanto el penal como sus vidas.

En un extremo del patio principal del centro penitenciario, un cartel fabricado con tapones de botellas de plástico indica la entrada a la planta de reciclaje del programa «Ecosólidos», un proyecto innovador que se está replicando en otras cárceles panameñas y en el que actualmente participan 600 presos.

Organizados en varios grupos de trabajo y en jornadas de ocho horas diarias, los reos recogen la basura, la separan por materiales y la llevan a esta planta de reciclaje. Gracias a «Ecosólidos», por el que se han interesado otros países de la región, los presos consiguen reciclar el 90 por ciento de las cinco toneladas de residuos que generan al mes.La mala disposición de los residuos no es solo un problema carcelario.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) Medio Ambiente calcula que en Latinoamérica se recicla solo el 10 por ciento de la basura que se genera y que se quedan sin recoger un total de 35.000 toneladas de desechos al día, especialmente, en las zonas pobres.

Por: EFE