Colombia.

Esta madre venezolana llegó a la Guajira, Colombia, con apenas recursos. “Mi hijo llegó en un estado, o sea, bajísimo de peso. A veces decía, «Dios mío, mi hijo». Su papá decía, «Quizás es normal.» Y yo le digo, «No es normal que mi hijo esté flaquito, así desnutrido”, porque yo lo veía mal. Su papá decía, «Bien, pero los otros niños tienen su contextura, es así”, y yo no pensaba lo mismo, hasta que decidí buscar ayuda”, dijo Luz Marina.

Tras instalarse como pudo, llevó a su hijo menor al puesto de salud. El niño fue ingresado y recibió tratamiento. “Quizás era porque no le daba una buena alimentación. Si tenía para comer arroz con pollo, yo comía arroz con pollo. Pero si era para comer arroz con queso, arroz con queso. Es duro”, contó Luz Marina.

El hospital atiende niños y madres gestantes que también sufren de desnutrición. Su financiamiento dependía de los dineros que recibía la organización Save the Children por parte de los Estados Unidos.

“En esta Unidad de Salud Sexual y Reproductiva salvamos vida, salvamos vida de los niños más pequeños, de las madres gestantes, de las madres lactantes, de hombres y mujeres que tienen diferentes necesidades básicas, emocionales y físicas insatisfechas”, dijo una experta.

Los recursos de la ONG han sido recortados por el gobierno de Donald Trump, pero las labores del hospital se extienden a la pista, donde los médicos atienden los casos directamente. “Siempre encontramos mucho riesgo de desnutrición y esto viene dado a la falta de la alimentación en casa, de la seguridad alimentaria de ellos, que no es una seguridad alimentaria constante, sino que son intermitentes”, agregó otra experta.

Luz Marina está agradecida por la atención médica a sus hijos. “Bueno, yo le doy gracias a Dios porque al llegar aquí a Save the Children, el niño subió más de peso con la nutricionista. Ella me ayudó con lo que me daba y mi niño subió de peso. Mi niño no comía pollo, mi niño no comía carne y con la doctora Carmen Perdomo el niño aprendió a comer variado”, contó Luz Marina.

Esta región de Colombia es donde se concentra la mayor cantidad de casos de desnutrición infantil. Los hospitales no solo son esperanza para los migrantes, sino también para las comunidades receptoras.