Panamá.

Claudio Montenegro Pino, residente de la zona, comparte cómo la molienda de caña es una actividad arraigada en su familia y su comunidad. “Nosotros conseguimos la caña aquí mismo, trabajamos aquí mismo”, comenta, señalando que desde pequeño ha estado familiarizado con esta labor, que también realizó su padre.

Actualmente, el molino es operado por su hermano, y Claudio ha aprendido a supervisar el proceso de moler la caña, colaborando cuando es necesario. La elaboración del guarapo —el jugo dulce extraído de la caña— es una actividad que realizan en casa, principalmente para consumo personal. Además, la familia cuenta con el apoyo de la esposa de su hermano, quien se encarga de la cocina y de preparar la bebida conocida localmente como “bate”.

En ocasiones, también venden el guarapo en diferentes presentaciones, desde botellas pequeñas hasta cubos grandes, para quienes deseen adquirirlo. La molienda comienza típicamente alrededor de las cuatro de la tarde y se realiza principalmente en la temporada de verano, cuando la caña alcanza lo que en la región se conoce como el “buen brick”, un término que refiere al dulzor ideal del guarapo para la molienda. Esta tradición, que combina trabajo, conocimiento familiar y disfrute comunitario, es un reflejo del vínculo entre las personas y la tierra que habitan.

Por: Sertv.