Brasil.

Casi 200 organizaciones indígenas y ecologistas del mundo llamaron a la presidencia brasileña de la COP30 a impulsar un compromiso para acabar con los combustibles fósiles. Los activistas entregaron en Brasilia una carta a André Corrêa do Lago, presidente de la Conferencia sobre Cambio Climático, prevista en noviembre en Brasil, en la que lo instan a apoyar los pedidos de bloquear los nuevos proyectos de explotación petrolera y de cortar de forma rápida, ordenada y equitativa la producción de hidrocarburos en el mundo, principal causa del calentamiento global. Además, pidieron urgentemente que la COP30 renueve el compromiso global y apoye la implementación de una transición energética, según el texto firmado por 180 organizaciones.

La cita cobra una relevancia especial, rumbo a la Conferencia de la ONU contra el Calentamiento Global, la COP30, que se celebrará entre el 10 y el 21 de noviembre en la Ciudad Amazónica de Belén.

En un discurso corto, Corrêa do Lago dijo que la COP30 va a abrazar a los pueblos originarios sin hacer mención a la carta. Los indígenas marcharon hacia el Congreso, llevando pancartas en defensa del clima y la amazonía. Al llegar, la policía repelió con bombas lacrimógenas a un grupo de manifestantes que sobrepasó el perímetro de seguridad de la sede legislativa.

Vamos a hacer saber al mundo y al gobierno que nosotros, los pueblos indígenas del mundo, seguimos aquí y no vamos a ir a ninguna parte”, contó Pollu María Cutmore, mujer indígena de Australia.

En la COP28, la Comunidad Internacional acordó el abandono progresivo de los combustibles fósiles. Brasil es el mayor productor de petróleo de América Latina y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva presiona para avanzar en la perforación de una zona marina a unos 500 kilómetros de la desembocadura del Río Amazonas.