EE.UU.

Los ordenadores cuánticos, aún en experimentación, están basados en bits cuánticos, pero también pueden usar fotones, cada una de las partículas de la luz. Ahora, científicos han dado nuevos pasos en este último modelo al lograr en tan solo 36 microsegundos hacer una tarea que los clásicos tardarían casi 9 mil  años.

La descripción de este procesador fotónico cuántico, llamado Borealis, se publica en la revista Nature y sus responsables aseguran que se trata del mayor experimento fotónico de ventaja cuántica -demostrar la superación de estos frente a los sistemas clásicos- comunicado hasta la fecha.

«Por término medio, los mejores algoritmos y supercomputadoras disponibles tardarían más de 9 mil años» en hacer el trabajo, subrayan en su artículo los investigadores de Xanadu, una empresa canadiense de tecnología cuántica, y del National Institute of Standards and Technology de Estados Unidos.

La clave: los dispositivos cuánticos

Este sistema presenta mejoras respecto a los dispositivos fotónicos demostrados anteriormente y puede representar un paso importante hacia la creación de ordenadores cuánticos, resume el equipo científico de Jonathan Lavoie.

Uno de los objetivos principales de los dispositivos cuánticos -tanto los basados en qubits como en fotones- es que superen a los sistemas clásicos, los ordenadores y superordenadores actualmente en el mercado, estableciendo una ventaja o supremacía cuántica.

Pero hasta la fecha solo un pequeño número de experimentos han informado de este logro, sobre todo en aquellos modelos basados en bits cuánticos -con polémica incluida, cuando Google aseguró en 2019 haber logrado la supremacía cuántica, lo que fue puesto en duda por IBM.

Ahora lo que se publica es la demostración de esta ventaja en un procesador con fotones y un enfoque para demostrarla es el llamado muestreo de bosones -el fotón es un ejemplo de bosón, una partícula elemental-.