Madrid, España.
El cáncer de páncreas se suele detectar en fases avanzadas y es muy resistente a la quimioterapia. Parte de su agresividad se atribuye a que algunas de sus células, las llamadas células madre del cáncer, tienen el poder de reiniciar el tumor y escapan al sistema de defensa del organismo.
Después de décadas de intentar comprender cómo lo consiguen, grupos de investigación españoles desvelan ahora su estrategia: las células madre del cáncer de páncreas eluden a las células defensivas ‘disfrazándose’ con una proteína que habitualmente sirve para defensa.
Este hallazgo podría facilitar el que tratamientos basados en inmunoterapia funcionen también en cáncer de páncreas, como indica Susana García-Silva, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO): “El reto ahora es bloquear la proteína que hemos identificado, y ver si es una terapia eficaz contra el cáncer de páncreas por sí sola o como un tratamiento combinado”.
“Las inmunoterapias, que redirigen contra el tumor a las defensas naturales del organismo, son hoy el tratamiento más eficaz contra el cáncer en fases avanzadas. Pero en este tumor no están funcionando”, explica García-Silva, coautora de este estudio, en el que se han empleado modelos animales y muestras de pacientes
“Para que sean efectivas también en el de páncreas debemos entender las estrategias de inmunoescape del tumor, sobre todo las de las células madre del cáncer, puesto que son ellas las que sostienen su crecimiento”, añade. Los resultados se publican en la revista Gut.
Una proteína relevante en el cáncer
La proteína con que las células madre del cáncer de páncreas se protegen de las células de defensa ha sorprendido a García-Silva. Se llama PGLYRP1 y pertenece una familia de proteínas presente en organismos tan distintos como insectos y mamíferos, lo que en general implica que ha sido conservada a lo largo de la evolución porque cumple un papel importante.
Lo que el nuevo estudio desvela es que también lo tiene en cáncer, de forma inesperada. La función normal de PGLYRP1 es formar parte del sistema inmunitario como agente de respuesta a los de ataques de bacterias; las células madre del cáncer de páncreas, sin embargo, la usan para otra tarea: disfrazarse de células del sistema de defensa y camuflarse, precisamente, entre las células que deben destruirlas.
“Se sabía ya que las células tumorales usan proteínas del sistema de defensa para ‘disfrazarse’ y lograr escapar, pero el uso de una proteína con propiedades antibacterianas como estrategia de inmunoresistencia en cáncer no había sido descrito”, afirma la investigadora.
Nuevas terapias en desarrollo
Ahora sabemos que el papel de PGLYRP1 en el cáncer de páncreas “es bastante relevante”, indica García-Silva. “Si una célula cancerosa está sola y se tiene que enfrentar al sistema inmunitario, necesita esta proteína para esquivarlo, crecer y generar un tumor. PGLYRP1 es importante en los primeros momentos de su formación, y también para la metástasis, que es otro momento en el que pocas células se enfrentan a nuestras defensas”.
Según los autores, “al eliminar PGLYRP1 de las células tumorales vemos que el sistema inmunitario responde atacándolas, lo que impide que se forme el tumor primario y que estas células se diseminen formando metástasis”.
En la actualidad, los expertos están desarrollando terapias que sirvan para bloquear o eliminar esta proteína con la esperanza de poder combinarlas con los tratamientos actuales y atacar por otro frente a las células madre.
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