Dinamarca.

En la Universidad Técnica de Dinamarca se desarrolló un algoritmo que puede predecir la vida y la muerte, con la intención de mostrar los riesgos de un uso comercial de estos datos.

Básicamente, lo que hacemos es analizar la mortalidad precoz. Tomamos una cohorte muy joven de entre 35 y 65 años, e intentamos predecir basándonos en un periodo de 8 años, de 2008 a 2016. Si una persona morirá en los cuatro años siguientes, es decir, hasta 2020. Y el modelo puede hacerlo realmente bien, mejor que cualquier otro algoritmo que hayamos podido encontrar, y hemos probado con muchos, con el mismo conjunto de datos”, destacó Sune Lehmann, profesor de la Universidad técnica de Dinamarca (DTU).

En esta franja de edad es más fácil verificar los decesos, pues son menos comunes. El algoritmo acertó en 78% de los casos de muerte. Y puede predecir cualquier cosa, obesidad, cáncer, fertilidad o si una persona va a ganar mucho dinero.

Para los investigadores, el proyecto presenta un contrapeso científico para los algoritmos de gigantes como Google, Apple, Instagram o Microsoft, porque es necesario comprender lo que se puede hacer con los datos que recolectan de las personas.

“Es importante porque las grandes empresas tecnológicas están recopilando muchos datos sobre nosotros. Mucha gente está en Facebook, en Instagram y en Instagram, por ejemplo, saben de todas las imágenes que miras. Sus ordenadores comprenden todos los objetos de esas imágenes y entienden qué te importa y qué te interesa y cómo respondes a ciertos estímulos. Y también pueden construir modelos así, pero no los hacen públicos”, relató Lehmann.

Pueden ser usados en contra nuestra para discriminarnos, pues pueden obligarnos a pagar un seguro más caro o que nos rechacen un préstamo en el banco o la salud pública, porque te vas a morir de todas formas.

En concreto, el algoritmo usa un modelo similar a Chat GPT, pero en vez de tratar datos textuales analiza estadísticas como el nacimiento, los estudios, las prestaciones sociales o los horarios de trabajo.

El estudio se basó en datos anónimos de millones de daneses reunidos por el Instituto Nacional de Estadísticas del País Nórdico.