Honduras.

La estimulación y rehabilitación cognitiva son dos enfoques fundamentales en el cuidado y desarrollo de las funciones mentales como la memoria, la atención, el lenguaje y el razonamiento, mientras la estimulación cognitiva busca prevenir el deterioro y potenciar las capacidades del cerebro en personas sanas.

La rehabilitación está dirigida a quienes han sufrido daños cerebrales o enfermedades neurodegenerativas, ayudándoles a recuperar o compensar funciones perdidas. Magda Valladares, sufrió un derrame cerebral y las rehabilitaciones cognitivas le han ayudado a recuperar su vida anterior.

“Anteriormente con mi brazo izquierdo no podía detener nada, todo se me caía en mi brazo, no podía sostener. Pero a raíz de las fisioterapias vamos recuperando esa movilidad hasta que estemos al cien”, dijo.

La rehabilitación cognitiva se emplea en contextos clínicos con pacientes que han pasado por accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos, demencias como Alzheimer o trastornos del neurodesarrollo.

A través de programas personalizados, los profesionales buscan que las personas puedan volver a realizar tareas cotidianas, recuperar habilidades perdidas o aprender nuevas estrategias para enfrentar sus desafíos.

“Así es, la modalidad de trabajo que hemos estado trabajando con ella ha sido utilizando circuitos neuromotores, también bastantes actividades en las cual ella ha fortalecido sus reflejos, su potencial de acción, la respuesta inmediata y también trabajando con fisioterapia con electro estímulos para que ella pueda recuperar la parte neuromotora”, detalló Jonathan Elvir, fisioterapeuta.

Tanto la estimulación como la rehabilitación cognitiva son herramientas valiosas que mejoran la calidad de vida, fomentan la autonomía y fortalecen la salud mental.

Invertir tiempo en ejercitar el cerebro es tan importante como cuidar el cuerpo y cada actividad que desafía nuestra mente es un paso hacia una vida más plena y consciente.

Por: STVE / Andrea Torres.