La supervivencia de los erizos de mar está en jaque en el Mar Rojo por una enfermedad letal que ha llegado hasta el océano Índico y cuyas consecuencias pueden ser desastrosas para los arrecifes de coral. Un nuevo estudio ha identificado el organismo unicelular responsable, según publica Current Biology.
La enfermedad que afecta principalmente a las especies Diadema setosum y Echionthix, está causada por “un parásito escuticociliado muy similar al Philaster apodigitiformis”, según un estudio encabezado por la Universidad de Tel Aviv.
El Philaster apodigitiformis ya fue identificado el año pasado como la causa de la muerte de cientos de erizos Diadema en un gran área del mar Caribe.
Los erizos Diadema, negros y con grandes espinas, se consideran los ‘jardineros’ de los arrecifes de coral, pues se alimentan de las algas que compiten con ellos por la luz solar.
La desaparición o fuerte mortandad entre esa especie puede afectar gravemente al delicado equilibrio de los arrecifes en todo el mundo, destacó la universidad de un comunicado.
La epidemia, descubierta el año pasado, “ha acabado esencialmente” con los erizos de las dos especies más abundantes y ecológicamente significativas de los arrecifes de coral del golfo de Eilat (Israel), desde donde se extendió a todo el Mar Rojo para llegar al océano Índico.
Epidemia letal
Lo que al principio parecía un epidemia “grave pero local, se ha extendido rápidamente por la región y ahora amenaza con convertirse en una pandemia mundial”, según los investigadores.
El autor principal del estudio, Omri Bronstein, de la Universidad de Tel Aviv y su equipo fueron los primeros en identificar en el Mar Rojo la mortalidad masiva de erizos Diadema y descubrieron también que la epidemia era letal para otros erizos del género Echinothrix, estrechamente relacionados.
Esta enfermedad provoca una muerte rápida. En solo dos días un erizo de mar sano se convierte en un esqueleto sin tejidos ni espinas e incapaz de defenderse de los predadores.
Bronstein consideró que “se trata de una crisis ecológica creciente, que amenaza la estabilidad de los arrecifes de coral a una escala sin precedentes” y llamó la atención sobre que el patóngeno que la causa es transportado por el agua y puede afectar a vastas zonas en muy poco tiempo.
Incluso los erizos criados en sistemas de agua de mar en el Instituto Interuniversitario de Ciencias Marinas de Eilat o en el Observatorio Submarino se infectaron y murieron, después de que el patógeno entrara a través del sistema de recirculación de agua de mar.
Hasta hace poco, solo se conocía una especie de erizos afectada por este patógeno, la caribeña, pero hoy se sabe que hay otras susceptibles a la enfermedad, “todas ellas pertenecientes a la misma familia de los erizos de mar herbívoros más importantes de los arrecifes de coral”.
El estudio también demuestra que la epidemia se propaga por las rutas de transporte humano en el Mar Rojo.
En la actualidad no hay forma de ayudar a los animales infectados ni de vacunarlos contra la enfermedad, sin embargo, el investigador consideró que hay que establecer rápidamente poblaciones reproductoras de especies amenazadas en sistemas de cultivo desconectados del mar, para poder reintroducirlas en el futuro en el medio natural.
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