¿Cómo aprenden lenguaje los niños con implante coclear?

España.

El Laboratorio de Ciencias del Habla y Fonética de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla, se ha convertido en un referente dedicado exclusivamente a la investigación, el estudio y la formación en el área de las ciencias del habla y la fonética.

“Nosotros estamos trabajando en un proyecto internacional con universidades de Alemania, Estados Unidos y con la Universidad de Navarra y la Carlos III de Madrid, para comprender cómo es la percepción de los sonidos en una población normo-oyente y aplicar esta información a través de un equipo multidisciplinar a una población patológica con pérdida de audición. En concreto, nos interesa ver el desarrollo logopedia con el aprendizaje de lenguaje en niños que reciben un implante coclear. Cómo se produce esa neuroplasticidad en el lenguaje en niños donde la audición no es completa porque el implante coclear traduce una señal eléctrica que no es idéntica a la de una persona sana”, explicó Teresa López, profesora.

“Me dedico a estudiar las interjecciones. Para ello lo que utilizamos es esta cabina para grabar las interjecciones las cortamos y las editamos. Después utilizamos el hit tracker, que es un programa de reconocimiento ocular con el que combinamos la imagen y las interjecciones. Lo que queremos es que el participante sea capaz de identificar y detectar las emociones en relación al sonido que se esté escuchando”, dijo Diego López, investigador.

Un equipo multidisciplinar detrás de la investigación

Esta labor de investigación es posible gracias al equipo de ingenieros en telecomunicaciones, psicólogos, neurofisiólogos, médicos y lingüistas, quienes aportan a la sociedad lo que la sociedad va necesitando en cada momento.

“Estoy investigando lo que sucede en el cerebro bilingüe en cuanto al lenguaje, al participante se le presenta una serie de pares mínimos mamá, papá y junto con electroencefalograma lo que se intenta es determinar si el participante bilingüe es capaz de reconocer el par mínimo diferente que se presenta”, concluyó Inmaculada Aguilar, investigadora.

Por: USevilla