Panamá.

El Canal de Panamá inauguró recientemente un laboratorio destinado a analizar la calidad del agua en su cuenca. Esta medida responde a la preocupación por la crisis hídrica que enfrenta la vía debido a la severa sequía causada por el fenómeno de El Niño.

El administrador del canal, Ricaurte Vásquez, destacó la importancia tanto de la calidad, como de la cantidad de agua para la operatividad y el establecimiento de la población.

“Este laboratorio tiene un elemento mucho más abarcador que simplemente agua potable. Nosotros en este laboratorio, con todas las muestras que tomamos, más de 100 mil muestras que tomamos frecuentemente, nos aseguramos que la calidad de agua que vierte a los lagos se mantenga y cuando haya alguna alarma sobre el particular, nosotros tomamos las medidas y procedemos a corregir las cosas que son necesarias”, destacó Vásquez.

Ubicado cerca de las esclusas de Miraflores, el laboratorio se encargará de medir y analizar el agua de la cuenca del canal, especialmente el lago  Lago Gatún y Alhajuela.

Estos cuerpos de agua artificiales no sólo son vitales para el funcionamiento del canal, sino que también proveen agua potable a aproximadamente 2,5 millones de habitantes de Panamá. Además, el laboratorio garantizará que el agua vertida a los lagos se mantenga en los niveles adecuados de calidad y seguridad, previniendo así la contaminación.

La crisis hídrica ha generado restricciones en los tránsitos diarios por el canal, afectando tanto la operatividad como los ingresos económicos.

Ante esta situación, se espera que los proyectos destinados a garantizar el recurso hídrico se materialicen pronto, aunque su ejecución dependan de decisiones gubernamentales.

Esta iniciativa refleja el compromiso del Canal de Panamá con la gestión responsable del agua, un recurso vital para el país y para el comercio mundial que transita por esta vía.