Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM.

¿Te has preguntado qué pasa con el agua que desecha tu inodoro?  ¿sabías que las “aguas negras” pueden ser de utilidad para el campo?

Estudios de especialistas del Instituto de Geología de la UNAM, revelan que usar aguas residuales para riego agrícola en México reporta grandes beneficios para el campo.

De acuerdo con Christina Siebe, integrante de dicho instituto, el sector agrario consume más del 65 por ciento del agua potable. Una alternativa para optimizar el uso de este preciado recurso, es aprovechar las aguas residuales para riego, y al mismo tiempo, reciclar los nutrientes contenidos en éstas. Se sabe que la tierra posee una alta capacidad de filtro y amortiguamiento y con ello, puede retener sales y contaminantes; además, puede transformar la materia orgánica contenida en el agua para aportar alimentos a las plantas. Fue así que se comenzaron a utilizar las aguas residuales para irrigar los terrenos rurales.

El término agua residual define un tipo de agua que está contaminada con sustancias fecales y orina, procedentes de desechos orgánicos humanos o animales. Contiene materia orgánica, patógenos (como por ejemplo coliformes fecales), detergentes, grasas, aceites, entre otros contaminantes.  Aunque no lo parezca, el usar este tipo de agua para riego, reporta grandes beneficios: la capacidad de filtraje y amortiguamiento del suelo hace la función de planta de tratamiento, esta técnica es muy eficiente y además es gratis.

Pros y contras

Entre las ventajas más notables están el incremento de la productividad agrícola, la disposición de agua residual a bajo costo, la optimización del uso del agua en zonas con déficit hídrico, y el reciclaje de nutrientes en zonas agrícolas. El beneficio también es económico, ya que se destinan menos ingresos al bombeo, el agua potable es para uso exclusivamente humano, los agricultores obtienen mayores ganancias y ahorran gastos en fertilizantes; también se ahorra en el costo del tratamiento de agua pues el filtro del suelo es gratis.

El lado negativo está en que esa agua contiene patógenos (coliformes fecales), que pueden traer enfermedades para los agricultores que tienen contacto con ella, y para quienes consumen los frutos de las hortalizas regadas con esas “aguas negras”. Además, contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y a la contaminación de los mantos acuíferos con nitratos y sales solubles.

Otro aspecto nocivo, es el olor fétido que despide, además, por ser agua de re-uso, en algunas ocasiones contiene detergentes que en ocasiones no pueden ser degradados por el suelo. También es posible que contengan elementos potencialmente tóxicos como metales pesados, compuestos orgánicos como grasa, aceite y fármacos.

Contaminación farmacológica

Se ha descubierto que una buena parte de los antibióticos que ingiere una persona en tratamiento médico, se excreta sin cambios, ocasionando que en el agua residual haya pequeñas concentraciones de esos fármacos, además de los patógenos antes mencionados. La coexistencia de los patógenos con bajas concentraciones de antibióticos genera la diseminación de resistencia a los antibióticos entre las bacterias, tanto las patógenas como las que no lo son.

En muchas partes del mundo se ha optado por tratar las aguas residuales antes de reusarlas para riego. Lo anterior permite ajustar  las cantidades de nutrientes que se aplican según los requerimientos de los cultivos. En el Valle del Mezquital, por ejemplo, se está construyendo una planta de tratamiento para mejorar la calidad del líquido.

Lo curioso, es que la población que tiene conocimiento de este proceso de riego, prefiere que se utilice agua sin tratamiento, pues a pesar de las enfermedades gastrointestinales que pudieran contraer, han observado que con este líquido no requieren usar fertilizantes en los terrenos y obtienen muy buenos rendimientos.

La especialista en procesos de degradación del suelo, recordó que en los años noventa hubo un estudio sobre el uso de aguas residuales, el cual determinó la mayor parte de las enfermedades digestivas están relacionadas con la higiene que tienen las familias en sus hogares y ésta a su vez, está relacionada con sus ingresos.

Es de gran interés estudiar los efectos que tendrá el cambio en la calidad del agua en el valle del Mezquital, no solo en la incidencia de enfermedades gastro-intestinales, sino también en el comportamiento de los contaminantes que se han acumulado en los suelos después de 100 años de riego. Y particularmente resulta de interés estudiar el impacto que el tratamiento biológico del agua tendrá sobre la presencia y diseminación de genes de resistencia a antibióticos, concluyó.

Aquí puedes consultar la nota original: http://ciencia.unam.mx/leer/425/Las_%E2%80%9Caguas_negras%E2%80%9D_y_sus_beneficios