Brasil.
El Ministerio Público Federal de Brasil anunció este martes que donará al Museo de los Fósiles de Santana de Cariri, en el empobrecido noreste brasileño, un fósil de un pez de más de 100 millones de años procedente de esa rica región paleontológica y que fue repatriado tras ser localizado en Italia.
La importante pieza histórica será entregada al museo por el propio Ministerio Público, autor de un proceso judicial abierto en 2020 y que permitió que el fósil fuera devuelto por las autoridades de Italia, en donde era ofrecido a la venta por 3 mil dólares en un portal de internet.
A partir de este miércoles, cuando el fósil será entregado a los administradores del museo, la pieza pasará a formar parte del acervo del Museo de Fósiles de Santana de Cariri, que es administrado por la Universidad Regional de Cariri (Urca) y es reconocido por la Unesco como el primer geoparque de las Américas, informó el Ministerio Público en comunicado.
El pez fosilizado, retirado clandestinamente de Brasil y que era comercializado de forma ilegal en Italia, pertenece al período Cretáceo y fue encontrado en la llamada Chapada do Araripi, una importante región paleontológica en Cariri, municipio en el interior del estado de Ceará.
«El artefacto recuperado pertenece al grupo de formación fósil Santana, uno de los principales sitios paleontológicos del mundo y reconocidamente como uno de los yacimientos de fósiles con mayor diversidad de material excepcionalmente preservado», explica la nota.
De acuerdo con el Ministerio Público, la preservación de las piezas es tal que en el fósil repatriado «es posible notar la riqueza de detalles de los tejidos y hasta las escamas del pez».
El fósil llegó a Brasil en marzo tras las gestiones de la Secretaría de Cooperación Internacional del Ministerio Público.
«Se trata de un patrimonio de Brasil que se encontraba en el exterior de forma clandestina y tiene gran importancia científica, arqueológica y financiera. Su repatriación permitirá que investigadores brasileños e internacionales lo estudien y que pueda ser visto por el público brasileño en un museo», afirmó el procurador de la República responsable por el caso, Rafael Rayol.
El procurador recordó que la comercialización de importantes fósiles brasileños en el exterior tras su retirada ilegal del país se convirtió en una práctica común y que el Ministerio Público ha entablado decenas de procesos para intentar recuperar varios ante autoridades de Italia, Francia, Alemania, Países Bajos, España, Japón y Corea del Sur.
Agregó que en la mayoría de los casos identificados, la venta ilegal es denunciada por investigadores que los encuentran en subastas, colecciones particulares y hasta en museos.
En mayo del año pasado la Justicia francesa, ante una petición del Ministerio Público, ordenó la devolución a Brasil de 998 fósiles que habían sido retirados ilegalmente del país, incluyendo el esqueleto casi completo de un dinosaurio.
El material encontrado en Francia tiene un costo de unos 2,5 millones de reales (unos 500.000 dólares) por tratarse de fósiles raros y de interés científico y por su alto grado de conservación.
Entre los fósiles decomisados en 2013 en el puerto de Havre figura el esqueleto de un pterossauro, pero también hay de tortugas marinas, arácnidos, peces, reptiles, insectos y plantas, algunos con millones de años, que también serán entregados en custodia al Geopark de Araripe.
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