¿Qué es el mal de altura y cómo prevenirlo?

México.

En fechas recientes, el turismo de alta montaña y la visita masiva a las cumbres se han manifestado, y la asistencia de personas de todas las edades y condiciones físicas, se ha hecho frecuente.

Es notorio observar a expertos montañistas con su equipo completo para los ascensos, pero también a personas sin experiencia, que por simple curiosidad turística, asisten con riesgo de padecer, en mayor grado, el llamado mal de altura, que puede comprometer su integridad física, sobre todo si radican en lugares cercanos al nivel del mar.

El mal de montaña puede comenzar a los 2 mil 500 metros de altura y empeora a cotas mayores y es una falta de adaptación a la disminución de presión atmosférica, y por tanto a la presión parcial de oxígeno a medida que se asciende a una montaña.

No confundir con porcentaje de oxígeno presente, ya que este siempre será del 21%, es decir, que a mayor altura se respira menor número de moléculas de oxígeno por volumen de aire.

Esta condición provoca la aparición de hipoxia o falta de oxígeno en los tejidos corporales y fallas en sus funciones. Se manifiesta con mareo, dolor de cabeza, náuseas, vómito, taquicardia y dificultad respiratoria.

Si estos síntomas aparecen se recomienda ya no ascender o bajar a alturas menores donde estos desaparezcan. Si a pesar de ello se continúa el ascenso, aparecerá la cianosis, desorientación, dificultad mayor para respirar y caminar, y desmayo.

Es urgente bajar a cotas menores y aplicar oxígeno con mascarilla, esto bastará para estabilizar a la persona antes de recibir atención médica especializada.

Para prevenirlo se recomienda haber dormido bien, ascensos lentos para aclimatación, hidratación continua y comer muchos carbohidratos y si se tiene algún problema de salud, consultar a un médico previamente.

Que sea un ascenso divertido a la montaña y no al cielo.

Por: UAEH.