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Investigadores de la Universitat de València y Fisabio participan en un estudio internacional que confirma que la familia bacteriana causante de la sífilis existía en América mil años antes de lo que se pensaba.

“El principal descubrimiento es dar evidencia de la existencia de Treponema pálido en una bacteria que causa, entre otras cosas, la sífilis, entre otras enfermedades, la sífilis en el continente sudamericano al menos mil años antes de la llegada de Colón y de otros europeos al continente”, dijo Fernando González Candelas, catedrático de la Universitat de València e investigador en I2SysBio y en la fundación Fisabio.

“Hemos participado en un consorcio internacional formado por diversos investigadores de diferentes centros, desde la Universidad de València, hasta la Universidad de Basilea y la Universidad de Zurich”, contó Martha Pla-Díaz, investigadora postdoctoral en la Universidad de Basilea.

Este hallazgo ha sido descubierto gracias al estudio de genomas antiguos, lo que se conoce como arqueogenética.

“Se denomina arqueogenética al estudio de genes o genomas obtenidos de organismos extintos u organismos antiguos. Entonces los genes o genomas extraídos a partir de estos organismos a los análisis actuales, nos permite inferencias mucho más precisas, y en ocasiones, descubrimientos, sobre cómo era la estructura genética, la estructura poblacional de estos organismos”, explicó González Candelas.

En esta investigación internacional, cuyas conclusiones han sido publicadas en la prestigiosa revista Nature, se han utilizado los métodos que la investigadora Marta Pla, desarrolló durante su tesis doctoral.

“La metodología que se desarrolló durante mi tesis fue más para la detección de recombinación y de selección natural, sobre todo, aplicado a patógenos antiguos, pero también a patógenos modernos para poder estudiar todas estas enfermedades desde un punto de vista evolutivo y conocer mejor cómo eran en el pasado para poder mejorar o tratar de hacer algo con ellas en el presente”, detalló, Pla-Díaz.

El trabajo conjunto llevado a cabo en este estudio, es un ejemplo de que la cooperación en la ciencia puede dar lugar a grandes descubrimientos para la sociedad.

“Es una prueba más de que la ciencia no tiene y no debe tener fronteras y que gracias a la colaboración con grupos de todo el mundo, es posible seguir avanzando en prácticamente cualquier tema que se nos plantea”, concluyó Fernando.

La publicación de este estudio internacional acerca un paso más el objetivo de descubrir los orígenes de la sífilis.

Por: UV.