La vacuna Sinovac representa la esperanza en lugares remotos del mundo

Chile.

A mediados de marzo, Chile inoculó a 48 funcionarios que trabajan en diferentes bases en la Antártica, entre ellos incluyeron a las fuerzas armadas chilenas, funcionarios chilenos y a integrantes de la Dirección General de Aeronáutica: todos ellos recibieron la vacuna china Sinovac.

A mediados de diciembre, Chile reportó, en la base antártica, un brote de 36 personas con este virus que llamó la atención del mundo. Los seis cargamentos de la vacuna  Sinovac, han sido la base del plan de vacunación en su primera etapa en este país.

Víctor Videla, Capitán y médico de la Base Presidente Eduardo Frei Montalva de la fuerza aérea, se siente orgulloso del país y de la base aérea porque las vacunas llegaron a un continente tan lejano como la Antártica. Al igual que Víctor, Edmunds Alcalde de Rapa Nui, Vanusa Kaimbé, la primera indígena vacunada en la Amazonía de Brasil, están totalmente agradecidos por el esfuerzo que realizaron las autoridades chinas para que la vacuna llegara a espacios tan remotos, ya que consideran que es una oportunidad de poder vencer al coronavirus.

Las vacunas contra COVID-19 de China no sólo llegan a diferentes lugares del mundo sino que también aparecen en el sello postal emitido por Indonesia que representa sus esfuerzos antipandémicos.

Uno de los sellos muestra el momento en que el presidente indonesio, Joko Widodo, recibe la primera vacuna china. Indonesia emite sellos para marcar el inicio de la vacunación masiva del país con la ayuda de las vacunas chinas.

Hasbullah Thabrany, un profesor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Indonesia, considera que no hay por qué negarse ante la ayuda que ofrece China con su vacuna: “es un progreso para salvar esta tierra”.

China está proporcionando vacunas a 80 países y 3 organizaciones internacionales, las exporta a más de 40 países y coopera con más de 10 naciones en su investigación, desarrollo y producción.

Por: XINHUA.