La Habana, Cuba. 

Una tradición familiar desde que su bisabuelo empezó a cultivar la hoja de tabaco en los campos de Viñales, Yurisniel Cabrera, su padre y abuelo siguen esta tradición para que Cuba pueda producir sus emblemáticos habanos. Pero este año la cosecha disminuirá por falta de fertilizantes.

“La participación de nosotros en el tabaco es cultivarlo, secarlo, hacer el proceso y vendérselo al gobierno”, explicó Yurisniel Cabrera.

Como la mayoría de los agricultores de Pinar del Río, donde se produce el 65% del tabaco de Cuba, la familia de Yurisniel vende el 95% de su producción a una empresa estatal. Lo restante es para el autoconsumo.

La empresa estatal TabaCuba, que compra toda la cosecha del país, determinará el precio según la calidad de la hoja.

Cerca de Viñales, en la comunidad de San Juan y Martínez Livián Aguiar sembró 50 mil matas de tabaco en esta temporada en la tierra que el Estado le da en usufructo. Aguiar expresa su preocupación por la carencia de químicos para la producción del tabaco, porque afectará el color y el tamaño de la hoja.

“El nitrato no entró. No hay nitrato para tabaco. Nos dieron abono. Bastante abono. Pero el nitrato que lo lleva no lo tiene. Si tuviéramos todavía. Con nitrato un color y más grande”, comentó Livián Aguiar.

De acuerdo con cifras oficiales, la extensión de hectáreas cultivadas de tabaco en toda la isla disminuyó desde cerca de 19.000 hectáreas sembradas en 2017 a 15.500 en 2020.

En el mismo período, la cosecha cayó de casi 32.000 toneladas a 25.800. Con un desplome de la economía del 11% en 2020 y una leve recuperación del 2% en 2021.

Cuba enfrenta su peor crisis económica en casi 30 años y los productos de importación, como los fertilizantes, son cada vez más escasos.