Bogotá, Colombia.

El Día del Libro volvió a tomar todo su sentido en Colombia con la vuelta presencial, tras dos años de pandemia, de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), uno de los principales eventos culturales del país, que comenzó esta semana y a la que este sábado han acudido miles de personas.

Ríos de gente para conseguir la firma de sus autores favoritos, filas esperando para entrar a los múltiples pabellones de Corferias, el recinto ferial de Bogotá, jóvenes hojeando las últimas novedades editoriales en los estands y niños escuchando cuentacuentos fueron algunas de las escenas que dejó hoy la FILBo, que comenzó el 19 de abril, pero que hoy ha tenido su primer gran día.

«La feria había comenzado un poquito lenta, había estado lloviendo mucho, hoy está lloviendo pero no cabe la gente en los pabellones», aseguró Eduardo Bechara Navratilova, director de la editorial independiente Escarabajo, que publica a «jóvenes talentos y escritores no tan jóvenes que no han tenido una puerta al mundo editorial», pero que está confiado que «serán los grandes escritores del día de mañana».

Bechara verbaliza lo que la mayoría de asistentes sentía: «la gente necesitaba salir, necesitaba este contacto» y también «huela los libros» y puedan hojearlos y escoger sus próximas lecturas.

Los asistentes pudieron escuchar coloquios con el español JJ Benítez, autor del aclamado «Caballo de Toya», o con el rumano Mircea Cărtărescu, que conversó con el colombiano Santiago Gamboa.

También fue la presentación oficial de la Biblioteca de Escritoras Colombianas, una iniciativa para rescatar a grandes autoras nacionales, con la lectura dramática de «Los Hijos de ella», una obra de teatro de Amira de la Rosa.

Algunas de las escritoras que han participado hoy, como la peruana Gabriela Wiener, han regresado felices, después de no haber participado desde 2015, a una «FILBo que vuelve a despertar, que se reactiva».

«Es una edición especial y es todo un honor para mí estar aquí», aseveró a Efe la poeta y escritora, que presentó esta tarde junto a la colombiana Piedad Bonnett «Huaco Retrato», una «novela que habla precisamente sobre realidades que compartimos como región, como continente; todas estas realidades coloniales que tanto impactan todavía en nuestro presente».

Cuatro horas para una firma

La felicidad y el entusiasmo por el reencuentro no mermó a pesar del aguacero que cayó en Bogotá durante varias horas en las que incluso alcanzó a granizar. No mermó ni siquiera las ganas que tenían los lectores de encontrar a sus autores de referencia.

Alejandra Chávez y Daniel Alzate, que han venido desde la ciudad de Armenia, en el centro del país, esperaron cuatro horas bajo la tormenta para conseguir una firma del escritor colombiano de «thrillers» Mario Mendoza.

«Vine principalmente para que Mendoza me firmase un párrafo de este libro que me gustó mucho», justificó Chávez. Y casi no alcanza debido a la cantidad de gente que se ha agolpado esperando también por un autógrafo.

La FILBo continuará durante una semana más hasta su cierre el 2 de mayo y por ella pasarán autores colombianos como Ricardo Silva, Laura Restrepo o Pablo Montoya, pero también internacionales como las españolas Julia Navarro y Elisabet Benavent, el actor Pedro Alonso -conocido en todo el mundo por su papel como Berlín en «La Casa de Papel»- o el estadounidense John Katzenbach.

Por: Irene Escudero.