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Hace 10.000 años los habitantes de un pueblo de Anatolia central comenzaron a domesticar corderos y cabras. Ignorábamos el ritmo de esa domesticación hasta que un equipo de arqueólogos empezó a interesarse por los restos de orina dejados en el suelo.

Un equipo internacional de arqueólogos y de geólogos decidió ampliar el conocimiento que existía del lugar y analizaron las sales dejadas por la orina animal y humana a comienzos del Neolítico en diferentes capas del suelo del sitio turco Aşıklı Höyük, y este 17 de abril publicaron sus resultados en la revista Science Advances.

Estiman que entre 10.400 y 9.700 años antes del presente (antes de 1950), la concentración de sales aumentó de 10 a 1.000 veces, lo que proporciona una cronología detallada del paso de la caza y la recolección a la agricultura y la domesticación, o lo que es lo mismo: del proceso de sedentarización que caracteriza el Neolítico.

El sitio turco tiene la ventaja de haberse mantenido relativamente seco desde hace 10.000 años, de forma que sitios similares podrán ser candidatos a análisis similares, lo que permitirá reconstruir con más precisión la historia de la ganadería o incluso la formación de los primeros asentamientos humanos.

Por: AFP.