La psilocibina, el compuesto psicodélico que se encuentra en las setas mágicas, ayuda a abrir los cerebros de las personas deprimidas, a «encender el interruptor» de las redes cerebrales rígidas y a hacerlas menos fijas en los patrones de pensamiento negativo, según sugiere un nuevo estudio publicado en la revista Nature Medicine.
Muchos pueblos indígenas han utilizado durante mucho tiempo los hongos mágicos y otras plantas por sus propiedades curativas y alucinógenas, pero solo en las dos últimas décadas se ha producido un prudente resurgimiento de la investigación clínica.
Ahora, en los últimos años, los psicodélicos, como la psilocibina, han ofrecido esperanza a muchas personas con depresión resistente al tratamiento.
Psilocibina ampliaría las conexiones cerebrales
El nuevo análisis, de escáneres cerebrales de cerca de 60 personas que reciben tratamiento para la depresión, y realizado por un destacado grupo de investigadores de psicodélicos del Imperial College de Londres, profundiza nuestra comprensión de cómo actúa la psilocibina en el cerebro, primero «disolviendo» y luego ampliando las conexiones cerebrales.
La mayor conectividad cerebral, según el estudio, no solo se observó durante su tratamiento, sino hasta tres semanas después. Además, este efecto de «apertura» se asoció con mejoras autodeclaradas en su depresión.
Por otra parte, durante el estudio, no se observaron cambios similares en la conectividad cerebral en las personas tratadas con un antidepresivo convencional (llamado escitalopram), lo que sugiere que el psicodélico funciona de forma diferente a los antidepresivos habituales.
Alternativa viable
Por este motivo, los investigadores afirman que los resultados indican que la psilocibina podría ser una alternativa viable a los tratamientos de la depresión.
«Estos hallazgos son importantes porque por primera vez descubrimos que la psilocibina funciona de forma diferente a los antidepresivos convencionales, haciendo que el cerebro sea más flexible y fluido, y menos atrincherado en los patrones de pensamiento negativo asociados a la depresión«, dijo en un comunicado el neuropsicofarmacólogo David Nutt, director del Centro del Imperial College de Investigación Psicodélica.
Estudios anteriores ya habían constatado los beneficios positivos de la psilocibina, pero solo hasta ahora se logra desentrañar más a fondo lo que ocurre en el cerebro.
«En estudios anteriores habíamos observado un efecto similar en el cerebro cuando se escaneaba a las personas mientras tomaban un psicodélico, pero aquí lo estamos viendo semanas después del tratamiento para la depresión, lo que sugiere un arrastre de la acción aguda de la droga», dijo el autor principal del artículo, el profesor Robin Carhart-Harris, antiguo director del centro del Imperial Collage que ahora trabaja en la Universidad de California en San Francisco.
Regiones cerebrales ricas en receptores de serotonina
En concreto, Nutt y sus colegas descubrieron que las personas que recibían psilocibina tenían una mayor conectividad entre las regiones cerebrales ricas en receptores de serotonina y que suelen estar segregadas en los pacientes deprimidos.
El efecto fue «rápido, sostenido» y más fuerte en las personas que informaron que sus sistemas depresivos se habían aliviado. Sus redes cerebrales estaban más interconectadas y eran más flexibles, un día después del tratamiento y, en algunas personas, tres semanas después.
Importante investigación temprana
Aunque los hallazgos son intrigantes, se trata de una investigación temprana. No obstante, los investigadores tienen la esperanza de que estos hallazgos puedan sentar las bases para más investigaciones sobre el potencial de la psilocibina para tratar otras enfermedades mentales, también marcadas por patrones de pensamiento rígidos.
«Una implicación interesante de nuestros hallazgos es que hemos descubierto un mecanismo fundamental por el que la terapia psicodélica funciona no solo para la depresión, sino también para otras enfermedades mentales, como la anorexia o la adicción», dice Carhart-Harris.
«Ahora tenemos que comprobar si esto es así, y si lo es, entonces hemos encontrado algo importante», agregó.
Por otra parte, los autores advirtieron, que, aunque los resultados son alentadores, los pacientes con depresión no deberían intentar automedicarse con psilocibina, ya que tomar setas mágicas o psilocibina en ausencia de condiciones de ensayo puede no tener un resultado positivo.
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