Desde un taller del barrio turístico de San Telmo, en la ciudad de Buenos Aires, artistas del fileteado porteño trabajan para amalgamar esta expresión autóctona de la capital argentina con elementos de la cultura china, tejiendo un camino de relaciones artísticas cada vez más estrecho entre ambos pueblos.

El fileteado porteño es una técnica pictórica y arte decorativa que data de finales del siglo XIX, también asociada al tango. Se incorporó en 2015 a la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.

A pesar de que su origen se remonta a una época de masiva inmigración europea en Argentina, el fileteado viene un siglo más tarde a plantear un acercamiento estrecho con China, al incorporar a través del pincel parte de las ideas, motivos, trazos, colores y hasta la simbología propios del arte oriental. 

Caracteres chinos, dragones y figuras del yin y el yang, entro otros, son parte de los elementos que incorporan los fileteadores argentinos en sus nuevas piezas, a menudo expuestas en forma de carteles o en intervenciones de objetos cotidianos como tazas, cuadernos artesanales, zapatos y hasta una máquina de coser.

 De esta forma, el fileteado porteño, así como el tango, la literatura y un sinfín de expresiones argentinas, se convierte en otro de los puentes que acercan a China y Argentina, pese a la larga distancia geográfica que separa a ambos países.

Por: CNC