México.

En la segunda mitad del siglo XIX, entre la Comunidad Bohemia Europea, se puso de moda un licor de ajenjo. Contenía el extracto de una planta llamada Artemisia absinthium y por su color se le conocía como la musa o el hada verde. 

Los pintores impresionistas como Van Gogh, Gauguin, Degas y otros de la época fueron grandes aficionados a esta bebida y se corría el rumor que producía efectos alucinógenos y que esto los hacía a ellos más creativos. 

A principios del siglo XX se realizaron análisis rudimentarios de la artemisia y se encontró que contenía una sustancia llamada tujona que en ciertas dosis provocaba convulsiones. En 1915 se prohibió la elaboración y el consumo del ajenjo por sus efectos tóxicos y alucinógenos. 

Recientemente, en diversas cabas que pertenecieron a personas adineradas de aquella época, se encontraron botellas intactas de ajenjo. Se analizaron con procedimientos tecnológicos modernos buscando no solo la concentración de la tujona, sino de los demás componentes para conocer a qué se debían los efectos que se le atribuían. 

El análisis mostró que la tujona se encontraba en una proporción mucho más baja de la necesaria para ser tóxica, sin embargo, el contenido alcohólico era de 70%. Hoy se cree que más que efectos psicodélicos, el ajenjo causaba una buena borrachera. Este es uno de los mitos que la ciencia ha logrado destruir.

Por: DGDC.