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Un método que identifica la acumulación anormal en el cerebro de depósitos de una proteína, que se relaciona con la enfermedad de Parkinson, podría ayudar en la detección precoz y desempeñar un papel clave en el diagnóstico clínico y la caracterización de la enfermedad. Esto según una investigación llevada a cabo con 1.123 participantes, publicada en The Lancet Neurology.
Los resultados del estudio de un equipo de EE UU y Alemania confirman que la técnica –conocida como ensayo de amplificación de α-sinucleína (αSyn-SAA, por sus siglas en inglés)— puede detectar con precisión a las personas con la enfermedad neurodegenerativa y sugiere que puede identificar a los individuos en riesgo y a aquellos con síntomas tempranos no motores antes del diagnóstico.
La presencia de agregados de proteína α-sinucleína mal plegada en el cerebro es el sello patológico del párkinson, señalan los autores.
Andrew Siderowf, coautor principal, catedrático de Medicina de la Universidad de Pensilvania (EE UU) e investigador de la Iniciativa de Marcadores de Progresión del párkinson (PPMI) indica que reconocer la heterogeneidad en la enfermedad entre los pacientes es un reto importante del estudio. “Identificar un biomarcador eficaz para la patología del párkinson podría suponer una mejora en los tratamientos, un diagnóstico precoz y acelerar los ensayos clínicos”, destaca.
“Nuestros hallazgos sugieren que la técnica αSyn-SAA es muy precisa en la detección del biomarcador de la enfermedad, independientemente de las características clínicas. Esto hace posible el diagnóstico preciso del párkinson en etapas tempranas”, insiste Luis Concha, también coautor principal y director de I+D de Amprion (EE UU)
En este sentido, Concha subraya que “los resultados indican que la α-sinucleína mal plegada es detectable antes de que el daño en el cerebro sea observable en imágenes. Esto sugiere que la propagación de esta proteína sucede con anterioridad a que se haya producido un daño neuronal sustancial”.
El nuevo estudio es el mayor análisis del uso diagnóstico del αSyn-SAA para la enfermedad de Parkinson con una gama tan amplia de participantes cuidadosamente descritos, según los autores.
Detección de signos tempranos
El equipo evaluó la utilidad del αSyn-SAA para identificar la heterogeneidad de personas con parkinson y su capacidad para detectar signos tempranos de la afección, utilizando datos de la cohorte de PPMI.
Entre los 1.123 participantes en el análisis había individuos con un diagnóstico de enfermedad y personas en riesgo con variantes genéticas (GBA y LRRK2) vinculadas a la condición. También se incluyeron los llamados participantes prodrómicos, aquellos sin síntomas motores, pero que sufrían alteraciones del sueño o pérdida del olfato, que podrían ser signos tempranos de la enfermedad. Estas personas aún no habían sido diagnosticadas y no tenían ninguno de los síntomas motores típicos, como temblores o rigidez muscular, que aparecen más tarde.
Los investigadores señalan que la razón para incluir participantes prodrómicos fue determinar si la αSyn-SAA podría predecir el inicio del párkinson, así como ayudar a diagnosticar a las personas con síntomas establecidos.
Las muestras de líquido cefalorraquídeo —que rodea el cerebro y la médula espinal— de cada participante se analizaron utilizando αSyn-SAA. Este método innovador amplifica cantidades muy pequeñas de agregados mal plegados de α-sinucleína en muestras de personas con párkinson hasta el punto de que pueden detectarse utilizando técnicas de laboratorio estándar, destaca el estudio.
Resultados positivos en el 88 % de los participantes
Los análisis confirmaron que esta técnica identifica a las personas con enfermedad de Parkinson con gran precisión, con resultados positivos en el 88 % de todos los participantes con diagnóstico (combinando casos esporádicos y genéticos).
Los datos de la autopsia de 15 participantes, todos con un diagnóstico de enfermedad de Parkinson en vida, mostraron que 14 tenían la patología típica y eran αSyn-SAA positivos.
Los autores reconocen algunas limitaciones del trabajo, que creen podría mejorar con un número mayor de muestras de algunos grupos de participantes. También subrayan que se necesitarían estudios a más largo plazo para investigar más a fondo las diferencias en los resultados de αSyn-SAA entre personas con diferentes formas genéticas de la enfermedad de Parkinson.
En un artículo de opinión relacionado, las investigadoras Daniela Berg y Christine Klein, del Hospital Universitario Schleswig-Holstein (Alemania), que no participaron en el estudio, destacaron la importancia del hallazgo de que el αSyn-SAA pudiera detectar signos tempranos de la enfermedad.
El estudio se financió por la Fundación Michael J. Fox para la Investigación sobre el Parkinson y un consorcio de más de 40 socios privados y entidades filantrópicas.
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