Ecuador.
Sisa, una cría de oso andino que la encontraron abandonada en una vivienda con una soga en el cuello. Ahora se encuentra en el Zoológico de Quito, donde se buscan padrinos para financiar la construcción de su nuevo hogar, un hábitat de 3.000 m2.
“Ahora mismo Sisa nos está pidiendo también un espacio amplio. Nosotros estamos en una campaña, esta campaña para tener un hábitat para Sisa. Y queremos eso, queremos movilizar a la ciudadanía justamente para que nos ayuden a construir y a financiar el nuevo hábitat para ella. Siendo que es una osa andina, una osa de montaña, nuestra idea es aprovechar las quebradas que tenemos en el Zoológico y en ella construir un espacio, un hábitat amplio, grande, con subidas y bajadas, con vegetación nativa para que Sisa pueda vivir”, contó Martín Bustamánte, director del Zoológico de Quito.
Fue rescatada cuando tenía tan solo un mes de nacida. “A esta edad jamás se separan de la madre, ¿no es cierto? Ellos tienden a estar muchísimo tiempo y más aún, tan temprano, siempre están junto a su madre, incluso a sus hermanos o hermanas”, dijo David Mora, director del Departamento de Bienestar Animal de Quito, Zoológico.
Los expertos controlan la temperatura del ambiente, la hidratación y alimentación de Sisa en el espacio temporal, que renuevan cada 15 días, porque la osezna lo destruye mientras juega y porque cada vez necesita más desafíos en el proceso de aprendizaje. “Sisa es vivaracha de movimientos ágiles y piel negro a sabache”, relató Mora.
“‘Sisa’, su nombre, viene de Quito. Sisa es flor. De alguna manera es un reconocimiento a este paisaje andino en donde estamos, en donde… Hay más flores que en ningún otro lugar en el planeta, pero también es metafórico en torno a la flor, que representa a ella para nosotros, como estamos justamente en este momento viendo esa belleza, esa cachorra crecer y empujarnos también a nosotros junto a ella”, comentó Bustamante.
Con la campaña, un hábitat para Sisa, a través de su portal www.quitoso.org.com, se quiere recaudar los 80.000 dólares que requieren para el nuevo hogar de la osezna.