México.
La Ciudad de México dio lugar a la primera cumbre latinoamericana de defensoras digitales, cumbre que tiene el objetivo principal de establecer un modelo regional para castigar la violencia sexual digital dentro del contexto de los nuevos riesgos a causa de la modificación de imágenes por medio de la inteligencia artificial.
Entre el 24 y el 27 de febrero, activistas sobrevivientes de violencia sexual digital y funcionarias públicas de México, Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala, Bolivia, Honduras, Panamá y El Salvador se reúnen en la capital mexicana para impulsar avances en la región.
Olimpia Coral Melo, fundadora del Movimiento Ley Olimpia y Defensoras Digitales, señaló que el logo de la cumbre es la silueta del mapa de América Latina al revés, como un símbolo de que hoy las reglas cambian y las decisiones las toman las mujeres en los sures globales.
“Desde aquí hacemos una ofrenda directa y hacemos una cruzada en hombre desde el amor y desde la digna rabia para explicarle al mundo que las latinoamericanas existimos y resistimos, que las latinoamericanas no somos un video sexual, no somos un objeto de comercio para la cultura porno, somos mujeres, somos sujetas de derechos y hoy la agenda mundial digital la vamos a construir nosotras compañeras”, destacó Coral Melo.
Coral Melo advirtió que el algoritmo actualmente patrocina más de dos millones de mercados de explotación sexual donde violan digitalmente los cuerpos de niñas y mujeres. La impulsora de la ley que lleva su nombre para castigar la violencia sexual digital en México recordó que desde 2013 se han establecido 35 leyes olimpia en todo México y algunos países de América Latina como Panamá y Argentina donde ya fue aprobada y en Honduras, Bolivia y Ecuador donde está en construcción.
Frente a la amenaza de la masificación de la inteligencia artificial en el contexto internacional esta primera cumbre busca tejer y fortalecer alianzas para confrontar los riesgos de la manipulación de imágenes para generar desnudos conocidos como deep fakes o ultra falsos de los que cada vez más jóvenes son víctimas.