Guadalajara, Jalisco.

Este próximo lunes 8 de abril, se espera un espectáculo celestial sin precedentes cuando la Luna se interponga entre la Tierra y el Sol, generando un eclipse que captará la atención de millones. Pero más allá de mirar hacia arriba, hay una peculiar recomendación para los aficionados a la astronomía: vestirse de verde y rojo para experimentar un fenómeno visual único en la Tierra.

Con el advenimiento del eclipse, durante breves momentos, nuestro mundo se sumirá en un crepúsculo inusual donde los colores que percibimos cambiarán drásticamente. Bajo la sombra del eclipse, los tonos vibrantes de rojo pueden oscurecerse hasta volverse negros, mientras que los verdes y azules adquirirán una intensidad sorprendente.

El efecto Purkinje

Este curioso cambio de colores recibe el nombre de efecto Purkinje, y ocurre cuando pasamos de una iluminación intensa a una oscuridad momentánea. Normalmente, este efecto tarda de 20 a 30 minutos en ser perceptible al atardecer, pero durante un eclipse, la transformación es casi instantánea, como señala Nicole Bajic, oftalmóloga de la Clínica Cleveland, en declaraciones a AccuWeather.

La recomendación es sencilla pero intrigante: vestir de rojo y verde o estar cerca de quienes lo hagan, para intensificar la experiencia del efecto Purkinje durante el eclipse. Según Tracy Gregg, científica planetaria de la Universidad de Búfalo, este fenómeno no solo resalta los azules y verdes, sino que también puede hacer que los tonos púrpuras brillen en un nuevo esplendor, sumergiendo a los espectadores en un escenario casi onírico.

Luces del eclipse: un juego de color y percepción

El medio ScienceNews aporta luz sobre este asombroso fenómeno, explicando que los cambios de color que experimentamos se deben a la interacción entre la luz solar, la atmósfera y nuestra percepción visual. En un día despejado, el cielo se tiñe de azul debido a la dispersión de las ondas de luz azul en la atmósfera, mientras que los objetos iluminados por el sol reflejan más luz roja, haciendo que estos colores parezcan más vivos. Sin embargo, durante un eclipse, la predominancia de la luz indirecta de onda corta altera esta dinámica, inclinando el balance cromático hacia el azul.

Curiosamente, este cambio no puede captarse en fotografías porque parte de este fenómeno se debe a cómo se adaptan nuestros ojos a las distintas condiciones de iluminación. En la luz, los conos de la retina, sensibles a los colores, dominan nuestra percepción visual. Pero en la oscuridad, los bastones, que no distinguen los colores, toman el relevo. El efecto Purkinje se manifiesta en este interludio, revelando un mundo donde el azul se convierte en el protagonista visual.

«Este efecto Purkinje durante el próximo eclipse hará que toda la experiencia pase de limitarse a ver cómo se oscurece el cielo a convertirse en una auténtica demostración científica sobre tu ropa. Pero para ver realmente los cambios en la saturación del color, mucha gente tiene que llevar estos colores rojo y verde complementarios. Dos o cinco en un grupo de 100 no ayudaría», dijo un portavoz del minorista en línea Solar Eyeglasses a IFLScience.

Así, mientras nos preparamos para ver el eclipse, tomando las precauciones necesarias para proteger nuestra vista, también tenemos la oportunidad única de convertirnos en parte de un experimento científico viviente, simplemente eligiendo nuestro atuendo con inteligencia.