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El Museo Sorolla de Madrid presenta la exposición «La edad dichosa» sobre la infancia en la obra del pintor valenciano. Mar, luz y niños son tres elementos recurrentes en los cuadros de Sorolla. La muestra reúne 44 pinturas que muestran niños de todos los estratos sociales y también la enfermedad y la muerte.

“Sorolla ganó el Gran Premio de la Exposición Universal de París en 1900 con el cuadro «Triste herencia», que representaba a niños enfermos que iban a tomar las aguas, algo muy común, y que eran atendidos por los frailes de la orden de San Juan de Dios y se bañaban en la playa. Y esta es la primera vez que pinta niños en la playa, lo que pasa es que el mar es muy oscuro, es un azul amenazante, no va a ser la escena feliz que se representa con las granujillas de la playa bañándose, en cuadros conocidos por todos”, matizó Sonia Martínez Requena, comisaría de la exposición.

Más de la mitad de las obras proceden de colecciones privadas, no expuestas públicamente desde inicios del siglo XX. Joaquín Sorolla quedó huérfano a la edad de dos años y encontró en su esposa y sus tres hijos, una fuente inagotable de inspiración.

Además de muchos retratos de familias burguesas, los cuadros de Sorolla muestran la realidad de los niños trabajadores o enfermos. Eran las sombras del pintor luminista, que supo captar la luz como nadie. La exposición «La edad dichosa» puede visitarse en el Museo Sorolla de Madrid, hasta el 18 de junio.