Australia.

Algo distinto a todo lo que los astrónomos han visto hasta ahora. Así definieron investigadores australianos a un extraño objeto giratorio en la Vía Láctea detectado por un estudiante universitario que trabaja en su tesis.

“Es tremendamente emocionante encontrar una clase de objeto completamente nueva. En mi vida he descubierto un pulsar, una radio galaxia. He realizado enormes estudios en el cielo y he encontrado todo tipo de cosas interesantes, pero todos eran tipos de objetos conocidos. Esta es la primera vez que encuentro algo completamente inesperado”, dice la astrofísica Natasha Hurley-Walker, quien dirigió la investigación del estudiante.

Al revisar datos recopilados por años, se establecieron algunos hechos. El objeto se encuentra a unos cuatro mil años luz de la tierra, es increíblemente brillante y tiene un campo magnético sumamente fuerte. Según los primeros análisis, libera una enorme cantidad de radiación electromagnética: tres veces cada hora; una frecuencia que nunca antes se ha observado y que desafía a la matemática, ya que, según la experta, no debería tener suficiente energía para producir estas ondas radiomagnéticas cada 18 minutos.

En cuanto a si la poderosa y consistente señal radiomagnética pudiera ser enviada por otra forma de vida, la astrofísica admitió que estaba preocupada de que fueran extraterrestres, pero el equipo investigador pudo observar la señal en una variedad de frecuencias, lo que significa que debe ser un proceso natural y no una señal artificial. El próximo paso es buscar más objetos extraños como este en el universo para saber si fue un evento aislado o una vasta población nueva que los investigadores no habían notado.